“Escruches”, el nuevo fenómeno que golpea en las vacaciones y a los ricos – Negocios & Política
 

Modalidad en auge |“Escruches”, el nuevo fenómeno que golpea en las vacaciones y a los ricos

El verano es la mejor temporada para este fenómeno en crecimiento. La prioridad: que no estén las familias para cometer violentos robos ocasionados por “niños bien” o “pibes chorros”. Pero ¿cómo se originaron estos grupos?
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Es el miedo de la gran mayoría, más de quienes tienen un poco más de dinero y deciden irse a exóticos lugares fuera del país.  Tal fue el caso del periodista Sergio Lapegüe, quién durante su instancia en la Riviera Maya, recibió la triste noticia de que habían violentado su propiedad en Lomas de Zamora. A los tres días le pasó lo mismo al futbolista, Marcos Rojo. Mientras miraba desde la platea, el partido entre Boca Juniors y el Colo- Colo, entraron a su casa.

Sin estadísticas que lo confirmen, la nueva modalidad conocida como “escruches”, golpea en las vacaciones y las cometen bandas mixtas de “niños bien” y “pibes chorros”. No suelen utilizar armas e ingresan a las casas cuando sus dueños no están forzando las puertas y las aberturas.

En cambio, la otra modalidad, denominada entradera, bajó. Esta semana se conoció el feroz caso de una familia atacada por cinco delincuentes en su Mansión dentro del Country Eliseo en Guernica. Con armas, golpearon a todos, arrancaron las uñas a la mujer y amenazaron con cortarle la lengua a una de sus hijas. Se llevaron cerca de 4 millones de pesos.

"La mutación no es novedosa", asegura un fiscal de la zona norte. "Diría que hace cuatro o cinco años que el escruche aumenta y las entraderas bajan. Creo que tiene que ver con las penas y las pruebas para condenarlos".

Una fiscal del sur opina que todo pasa por la tecnología y las medidas de seguridad. "No es fácil evadirse de una entradera. La razón del 'escruche' es evitar el conflicto con la ley penal. Es una moda que trajeron los ladrones colombianos y chilenos", dice. "El que hace entraderas en la actualidad es un 'limado', o que sale de la cárcel, consigue un arma y sale a suerte o verdad. El escruche es más estudiado. Un delito pensante contra un delito cometido por 'limados'", agregaron.  

 La temporada tampoco acompaña. Mientras durante el año prefieren entrar a las casas los viernes o sábados por la noche, a la hora que suponen que los dueños salen a cenar o a algún cumpleaños, durante el verano salen todos los días, a toda hora, creyendo que las casas están vacías, por las vacaciones de sus dueños. 

Legalmente, la pena mínima por una entradera es de 6 años y 8 meses, pueden haber agravantes como un "poblado y en banda" o una "tenencia de arma de guerra". "A los procesados se les está ofreciendo un juicio abreviado por 7 años de pena. Es eso o el riesgo de ir a juicio y recibir 12 o 15 años por una entradera", aclaran. En cambio, el mínimo de un escruche es de 3 años. Hasta ahí, excarcelable. Pero con un agravante, puede quedar en 4 o 5 años. "Sin antecedentes la aplicación de la pena se deja en suspenso. Y en muchos casos, a los 8 meses de cárcel pueden ser liberados", agregan.

"Más temprano que tarde los robos con armas van a ir desapareciendo, como en Europa. Por un lado porque cada vez hay menos efectivo. Segundo, porque el delincuente común prefiere trasladar droga en un auto. Si lo detienen camino a un robo y le encuentran un arma, recibe un mínimo de tres años por portación, sin haber generado un solo peso", aseguran.

Fiscales están convencidos que todo inició con la llegada al país de ladrones colombianos y chilenos. "Exportaron un lema: no usar armas para robar, y lo instalaron". La versión colombiana del escruchante es denominada "apartamentero". Los primeros aterrizaron en Buenos Aires entre 2008 y 2009. En un principio, y durante años, formaron una especie de comunidad de compatriotas que se movía por los barrios de Congreso, Monserrat y alrededores. Vivían en hoteles familiares. Pero desde 2015 en adelante se mudaron a villas del conurbano. Y allí, a partir de relacionarse con ladrones argentinos, nacieron bandas mixtas.

Con los chilenos, llamados "monreros", pasó algo similar. No aceptaban argentinos en las bandas, mientras paraban en la ciudad. Pero cuando se mudaron a villas de La Matanza y de zona norte, cambiaron de opinión. Los argentinos facilitaban los autos y sus conocimientos territoriales para escapar, y los extranjeros su experiencia para abrir puertas. Con el tiempo los argentinos aprendieron el uso de las herramientas y los extranjeros se fueron. Y se armaron bandas solo de bonaerenses.

Otra fusión: "niños bien" y "pibes chorros", habría nacido en discotecas y fiestas de música electrónica. Los primeros eran-son-escruchantes experimentados. Los otros preferían usar armas y dedicarse a las entraderas. La vestimenta, el sector que ocupaban y lo que consumían dejaban bien en claro que a los escruchantes "les iba mejor", desde lo económico. De ahí que algunas bandas de entraderas se pasaron al escruche. O que los escruchantes sumen a miembros de entraderas a sus bandas. Unos ponen su inteligencia y su experiencia para abrir puertas y, los otros, su temperamento. "Los que vienen de las entraderas son más corajudos. Están más dispuestos a todo, y los buscan porque puede pasar que los dueños de la casa lleguen durante el robo", dice un investigador.

De efectivos a joyas, utilizan las entraderas para apuntar a esos botines. "Con la devaluación del peso, no es negocio el plazo fijo. Mucho efectivo volvió a las casas. Han robado a empresarios o comerciantes que tenían sumas grandes no registradas. O buscan casas de ancianos que cobran jubilaciones en euros", coinciden. 

"Son gastadores seriales. Por ahí se roban un millón en un escruche y no les dura nada. Al mes están sin plata. La desesperación y el creerse 'maestros del delito' los lleva otra vez a la entradera y caen presos. Elegir una casa, mirar si hay un auto en la puerta o no, dejar el papel para comprobar si los dueños llevan días afuera, implica tiempo. La entradera es al voleo. Ahí caen", aseguran. Sin embargo, los más tradicionales “son más ahorrativos. Apuntan a comprar su casa propia, o invierten en remodelaciones de propiedades o negocios que les generen más dinero. Son más de perfil bajo".|

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