Del pacto de silencio a las pericias claves: ¿cómo sigue la investigación sobre la violación grupal? – Negocios & Política
 

Palermo |Del pacto de silencio a las pericias claves: ¿cómo sigue la investigación sobre la violación grupal?

Ninguno de los seis detenidos por la violación en grupo de una joven, de 20 años, en Palermo, declaró y todos continuarán presos. La investigación determinó que la víctima y los atacantes no se conocían antes del hecho. Varios tenían rasguños: cotejarán posibles rastros de ADN.
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Existe un gran hermetismo sobre el desarrollo de la investigación que lleva adelante el fiscal Eduardo Rosende. La denunciante sigue muy afectada por todo lo que vivió, por lo que le fue recomendado que se abstuviera de ver los medios de comunicación y que se resguardara de la exposición pública. La difusión de los videos, que habría filtrado la Policía de la Ciudad, causó malestar en el Juzgado.

Los seis indagados, que continúan detenidos --Ángel Pascual Ramos (23), Tomás Domínguez (21), Lautaro Pasotti (24), Ignacio Retondo (22), Alexis Cuzzoni (20) y Franco Lykan (24)--, se negaron a declarar ante el juez y el fiscal. La suerte está echada por violar en grupo a una chica de 20 años en el barrio porteño de Palermo. El juez nacional Marcos Fernández, con la ayuda del fiscal Eduardo Rosende, buscará determinar los roles de cada uno de los acusados para definir las imputaciones.

Fuentes judiciales confirmaron que Fernández pedirá que se les realicen pericias de ADN a los seis detenidos. Aguarda, además, los resultados de los exámenes toxicológicos sobre los sospechosos. Los investigadores pretenden desentrañar ahora qué rol cumplió cada uno de ellos en el ataque sexual a la víctima. Los resultados de la pericia genética a los seis hombres se usarán para comparar con las muestras tomadas del cuerpo de la víctima: eso le permitirá al juez Fernández saber con 99.99% de probabilidad quién abusó sexualmente de la joven.

Hasta el momento, el magistrado cuenta con diez grabaciones de cámaras de seguridad privadas y de la policía e imágenes aportadas por particulares que confirmaron la presencia de los imputados en el lugar y en el momento del ataque sexual, en minutos anteriores cuando habrían drogado a la víctima y en el Volkswagen blanco donde la joven fue abusada.

El delito, contemplado en el artículo 119 del Código Penal, prevé una pena de seis meses a cuatro años de prisión para quien “abusare sexualmente de una persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción”.

O bien, la pena puede ser de seis a 15 años de reclusión cuando “hubiere acceso carnal por vía anal, vaginal u oral o realizare otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías”. Dentro del contexto de este delito, todo apunta a que a los abusadores se les imputará el inciso más gravoso, que castiga el ataque cuando “fuere cometido por dos o más personas”, lo que tiene una pena de 8 a 20 años de prisión.

Parece extremadamente improbable que alguno de ellos sea sobreseído. Los investigadores aspiran a que en determinado momento del proceso judicial alguno se quiebre y relate qué pasó. Así las cosas, el futuro es mucho más que oscuro para todos ellos.

"Cuatro jóvenes estaban con los pantalones bajos, empezaron a insultarnos y nos quisieron agredir. También le pegaron a un vecino que con un teléfono celular quiso registrar lo que estaba pasando, para que exista una prueba de lo que habíamos visto. A ese vecino lo dejaron ensangrentado, tirado en el piso", contó Natalia, la panadera que salvo a la joven y agregó: "Todos abusaron de ella, eran como animales".

Pero debido a estas declaraciones, la propietaria de la panadería que socorrió a la joven denunció amenazas propinadas por algunos de los acusados. En las últimas horas, la Policía de la Ciudad le asignó un botón antipánico y un teléfono de emergencia como medida de protección.

 “Una allegada a la víctima se acercó a la panadería y encaró a la dueña. Pero, no fue para agradecerle por haber salvado a la chica, sino para decirle, de forma destemplada, que dejara de ventilar públicamente detalles sobre el sórdido caso. En el entorno de la panadera, ese singular episodio llamó la atención; incluso, no descartaron que esa aparición pudiese estar relacionada con la vinculación que al menos dos de los abusadores tendrían con una agrupación de La Cámpora en Vicente López”, indicó uno de los asesores legales de la testigo.|

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