El enfrentamiento a los tiros entre barras de Independiente, en pleno centro de Avellaneda y durante horario pico, provocó pánico entre comerciantes, vecinos y padres de alumnos que se acercaban al lugar para ir a buscar a los chicos a los colegios de la zona.
"Estábamos trabajando y empezó a pasar la gente corriendo. Gente que nos pedía meterse al local. Empezamos a cerrar las persianas. La gente gritaba. Una mujer pasó corriendo con un bebé. Nadie entendía nada y de fondo se escuchaban tiros", contó la encargada de un local de venta de productos de limpieza ubicado sobre la avenida Mitre, a metros de la sede social de Independiente.
La mujer explicó cómo fueron esos minutos de terror para los vecinos y peatones que pasaban por el lugar donde grupos de hinchas iniciaron un ataque que incluyó disparos, pedradas y golpes entre ellos mismos. "Empezamos a ver personas vestidas con ropa de Independiente por todos lados. Corridas y gente que se metía al local asustada", contó la comerciante.
Todavía en shock por el momento vivido, agregó: "Había muchas madres con sus hijos que venían a retirarlos de las escuelas que hay por acá, los dejamos pasar a todos los que pudimos y después cerramos la persiana".
La comerciante contó que avisó a los locales de la zona para que hicieran lo mismo, ya que la incertidumbre de lo que ocurría era total: "No entendíamos nada, en la esquina vimos que un grupo se agarró y se empezaron a matar a trompadas. De fondo se escuchaban tiros que no sabíamos de dónde venían".
Otra joven que trabaja en un estudio contable relató cómo fue el momento del ataque: "Nos asomamos a la ventana, se escuchaban tiros, la gente que gritaba, era un caos todo". La duda de la mayoría era entender qué ocurría entre medio de tanta desesperación: "Nosotros pensábamos que habían robado el supermercado o que habían entrado a un banco. Veíamos cómo la gente se metían en los edificios para resguardarse".
Al mismo tiempo un hombre que entraba a una de las escuelas de la zona para retirar a sus hijos dijo que las autoridades del instituto le avisaron por un grupo de WhatsApp: "No entendía nada, pero vine lo más rápido que pude a retirar a los chicos, por suerte están todos bien". Una alumna también reveló que desde adentro del colegio se escuchaban los disparos y que los docentes pedían por favor que nadie se moviera de los lugares hasta saber qué era lo que pasaba.
El enfrentamiento confuso sucedió fuera de la sede del club, en la avenida Mitre al 470, intersección con calle España, donde dos grupos de hinchas iniciaron un ataque que incluyó disparos, pedradas y golpes entre ellos mismos. Las corridas y el tiroteo siguieron hasta la avenida Belgrano.
La tranquilidad de un día común y corriente de pronto se vio disuelta por el terror. De un momento a otro, todo se desmadró y las escenas de locura dominaron las calles de Avellaneda. Tiros de bala de plomo. Cascotazos. Corridas. Autos y comercios destrozados. Fueron varios minutos de descontrol y batalla campal entre decenas de barras identificados con Independiente.
La llegada de la Policía fue el principio del fin. Ahí se disipó la lucha entre ambos lados, pero comenzó el enfrentamiento con los efectivos policiales. Muchos trataron de escapar hacia Capital y fueron apresados en Barracas. Por eso intervinieron tanto la Policía de la Ciudad como la Bonaerense.
¿Qué fue lo que detonó el feroz choque? Hay varias versiones, algunas apuntan la interna por la vuelta del público a las tribunas y la puja por decir presente; y otras señalan una cuestión más profunda vinculada con las elecciones que deben realizarse en el Rojo el 19 de diciembre en la sede.|