Desde el mediodía, los vecinos de la ciudad de San Luis se sorprendieron por el mega despliegue policial que llevó adelante el juez Ariel Parrillis, quien está a cargo de la investigación por la desaparición de Guadalupe Lucero. En total, se llevaron adelante nueve de los once allanamientos de urgencia requeridos por la nueva fiscal de la causa. La declaración del familiar que se quebró, la gomita con pelo que encontraron en la zona cero y la esperanza del giro de la investigación que hace que la sigan buscando con vida.
La jornada del sábado fue clave. La ex jueza penal y actual fiscal de cámara, Virginia Palacios, volvió a citar a toda la familia de la pequeña que permanece desaparecida desde hace dos semanas. Hubo una testimonial que no pasó inadvertida: de acuerdo a fuentes de la investigación, un familiar del "círculo íntimo" de Guadalupe se quebró y amplió su declaración.
"Había inconsistencias con su primer relato y, a partir de las preguntas de la nueva fiscal, se procedió con los allanamientos. El testigo (o la testigo) aportó nuevos datos que dieron lugar a los allanamientos que tuvieron lugar en la jornada del domingo", confiaron.
Durante los operativos los efectivos policiales secuestraron para peritar unos 20 celulares, "varias computadoras", un DVR (grabador de vídeo digital), y "una colita" de pelo que todavía tenía "restos de cabellos", señaló el vocero. Los perros que intervinieron en los allanamientos dieron con lo que podría ser la primera prueba orgánica en el caso de Guadalupe Lucero, cuya familia lleva dos semanas de búsqueda.
Los allanamientos fueron en domicilios de los barrios Solidaridad, Padre Mugica, 200 Viviendas y 500 Viviendas, todos en la zona sur de San Luis, además de otro en una casa del barrio Kennedy (en el oeste de la misma ciudad) y uno más en una de Pabellón Argentino, en el norte. En esos operativos se identificó a 21 personas, 12 de ellas menores de edad, por lo que se contó con la presencia de representantes de la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia
De los nuevos allanamientos en la zona cero hay dos avances: en principio, se encontró una almohada con una mancha de sangre en la casa de la pareja de la tía paterna de la pequeña, aunque los investigadores se centraron en la gomita con un mechón de pelo que encontraron en una vivienda ubicada a muy pocos metros del lugar en el que desapareció Guadalupe.
"Una de las hipótesis es que le podrían haber cortado el pelo para evitar que la gente la reconozca. Se la sigue buscando con vida, pese a que se mantiene la presencia de los canes en los allanamientos. La principal hipótesis es que está cautiva", reforzaron.
Los allanamientos se dieron desde el mediodía del domingo, en coincidencia con un partido local muy importante de la Federal A que paralizó a la capital provincial. Si bien la denominada "zona cero" ya había sido rastrillada en reiteradas oportunidades, el nuevo abordaje aportó más pruebas y fortaleció la teoría en la que trabaja la Fiscalía: que la nena de cinco años está con vida y secuestrada.
Unas 80 personas se sumaron a la caminata céntrica, conformando una columna encabezada por Eric Lucero, padre de la menor, que vistió una remera con la foto de la niña y las pancartas con las que encabeza habitualmente las marchas en la que reclama la aparición con vida de la pequeña Guadalupe.
Visiblemente agotado y angustiado, el hombre dijo a la prensa que Guadalupe no es solamente de su familia "sino que ya es del pueblo de San Luis”, en clara alusión al interés que la gente expresa por la aparición de la nena, que es tema obligado en cada charla o encuentro en esta ciudad.