Pilar Riesco murió el 15 de marzo de 2020 después de haber caído desde el cuarto piso del edificio en el que vivía en el barrio porteño de Nueva Pompeya. A pesar de que al principio su novio Patricio Reynoso quedó aprehendido acusado por el delito de "homicidio agravado por mediar violencia de género", luego la Justicia lo liberó por falta de pruebas.
Sin embargo, gracias a la insistencia de la madre de la joven de 21 años, la caratula volvió a cambiarse, y finalmente la Justicia ordenó hace pocos meses la aprehensión de Reynoso, quien al enterarse de su situación procesal, huyó y se mantuvo prófugo hasta hoy, que finalmente fue detenido.
"Lo detuvieron. Es verdad. No sé detalles todavía, pero ya lo corroboré con el juzgado y me dijeron que lo detuvieron, Él tenía que estar a derecho y ahora va a tener que demostrar lo que hizo. Nos queda un camino por recorrer", aseguró entre lágrimas Adriana Chiaverano. Conmocionada por la noticia, también aseguró que este último año lo vivió muy mal por la muerte de su hija, porque además de ya no contar con su presencia, tuvo que bregar para que Reynoso se pusiera a derecho.
El sospechoso, por quien se ofrecía una recompensa de un millón y medio de pesos por datos sobre su paradero, se presentó junto a un abogado en la sede de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad en Palermo, y quedó detenido a disposición de la jueza que lleva adelante la causa, quien lo tiene imputado por "homicidio calificado por el vínculo y por haber mediado violencia de género".
La investigación por la muerte de Riesco quedó a cargo del fiscal Martín López Perrando y la jueza Graciela Angulo de Quinn, quienes si bien liberaron por falta de mérito a Reynoso al poco tiempo del hecho, lo cierto es que nunca lo sobreseyeron. Según contó la madre de Pilar, la Justicia tomó la decisión de liberar al sospechoso después de que apareciera un testimonio que, a su parecer, es totalmente falso. Se trata de una mujer que dijo que vio y escuchó que la joven se subió a la baranda de su balcón, y que mientras hablaba y miraba para adentro de su departamento, decidió arrojarse al vacío para quitarse la vida.
La testigo aseguró que a pesar de que se encontraba a 36 metros de distancia, pudo oír y observar toda la secuencia. "Esta mujer es amiga de Reynoso desde hace más de 10 años. Dijo que iba a decir la verdad, cosa que no hizo, porque olvidó decir que al momento que mi hija se estaba muriendo en la calle, él durante 25 minutos estuvo sin bajar y sin llamar al SAME", aclaró Chiaverano.
La mamá de Riesco comentó que el acusado sí tuvo tiempo para llamar por teléfono a esta testigo, un dato que se descubrió gracias a la insistencia de la querella. Con esa información, se pidió la geolocalización de los celulares de ambos, y como resultado la pericia arrojó que Reynoso sí estaba en el lugar del hecho, pero la testigo se encontraba a 18 cuadras del departamento.
Tras la muerte de Pilar, los investigadores allanaron el departamento ubicado en el barrio porteño de Nueva Pompeya, y adentro no encontraron signos de que hubiera ocurrido una pelea o discusión. Sí había fotos rotas, mientras que no se encontraron huellas de la joven en la baranda del balcón, algo que se contradijo con lo declarado por el imputado, quien en su momento dijo que su novia se colgó de la baranda y pasó sus piernas por ahí para tirarse.
Además de estas pruebas, la autopsia realizada en el cuerpo de la víctima determinó que tenía golpes previos a la caída, y que además Pilar había sido ahorcada. Esto coincide con los rasguños que tenía en su cuello Reynoso, los que para la mamá de Riesco fueron hechos por su hija al intentar defenderse.
Por fuera del crimen de Pilar, Reynoso estaba libre aun cuando además tiene antecedentes penales y se encontraba cumpliendo una probation por dos causas previas, una de ellas en la cual golpeó a un colectivero.|