La cartera nacional ordenó que las Taser solo puedan ser utilizadas por los grupos tácticos y en circunstancias especiales donde el único recurso útil sea dicho armamento. Ante situaciones que involucran a personas bajo efectos de sustancias o víctimas de padecimientos mentales fue desaconsejado por el propio fabricante.
"Se ha comprobado que dichas armas pueden causar severas lesiones y/o la muerte. El propio fabricante desaconseja utilizar las pistolas eléctricas para casos de personas bajo los efectos de sustancias o víctima de padecimientos mentales", aseguraron las fuentes.
Al respecto, dijeron que actualmente se trabaja conjuntamente con el Sedronar y el Ministerio de Salud de Nación en la ampliación de un protocolo que rige desde 2013 para regular la actuación de las fuerzas federales en estos casos y resguardar tanto la integridad del personal de seguridad como la de la persona con un padecimiento o víctima de una crisis de salud mental.
Finalmente, las fuentes dijeron que el Ministerio de Seguridad de la Nación no regula la compra y utilización de armamento (de todo tipo) por parte de las fuerzas de seguridad provinciales, sino que la autoridad es de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
El Gobierno de Mauricio Macri avanzó en 2019 con la implementación de una nueva arma para las fuerzas de seguridad: se trataba de las llamadas "pistolas Taser", un elemento de electroshock, que estaban llegando a las fuerzas para usarse en lugares con gran conglomerado de personas; especialmente, aeropuertos y estaciones de tren.
“Con una Taser, al rugbier fortachón, violento y animal lo dejás sin recursos”, había dicho Bullrich, con relación al crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, atacado por sus compañeros rugbiers. “Muchas veces minimizamos las cosas y cuando pasan estas cosas nos agarramos la cabeza”, lamentaba.
La ex ministra de Seguridad, se jactaba de ser la precursora de un método que permitiría reducir los índices de inseguridad en la Argentina y que debía aplicarse en cualquier situación que fuera posible para “reducir” al malhechor. Inclusive, se mostraba a favor de que los empleados de seguridad de los boliches también deberían contar con herramientas para repeler situaciones de peleas. “Los patovicas deberían tener algún tipo de instrumento para controlar situaciones de extrema violencia. Las taser son una buena herramienta para esos casos”, indicaba pero luego aclaraba que su uso sería ideal para los policías.
"Entre el bastón y la pistola faltan armas no letales, para que el personal policial pueda actuar. La Justicia falló a favor de la Ciudad de Buenos Aires para el uso de ese arma", argumentó el Ministerio de Seguridad cuando estaba a cargo Patricia Bullrich. Sin embargo, frente al cambio de Gobierno y nuevas políticas para los agentes de seguridad, la actual ministra de Seguridad, Sabina Frederic, prohibió el uso de pistolas Taser.
“No hay una discusión si pistolas Taser sí o si pistolas Taser no. Cada jurisdicción se encarga de la seguridad ciudadana y debe determinar la mayor utilidad a esas armas, pero sabiendo que pueden ser letales. Cada provincia tiene autonomía para decidir qué arma usa", aseguraba Frederic tras comentar la necesidad de que las fuerzas necesitaban inevitablemente capacitación especial para su uso y derogar la resolución 395/2019.
La Resolución vigente desde la derogación, “establece que en el desempeño de sus tareas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y protegerán la dignidad humana y mantendrán y defenderán los derechos humanos de todas las personas; y que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario”.
Inclusive, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se pronunció públicamente en 2020 a favor de dotar a la policía de la provincia con pistolas Taser, solicitando a Frederic que le entregue ese tipo de armas que no vaya a utilizar para equipar a las fuerzas bonaerenses. “Hay un clima de incertidumbre en las fuerzas de seguridad sobré cómo deben actuar en determinadas circunstancias violentas que implican tomar decisiones en cuestión de segundos. A la policía hay que darle un marco de certidumbre para que sea efectiva en la manera de actuar”.
“En políticas de seguridad falta más doctrina y menos chamuyo”, aseguró Berni, tras recibir la promesa de la titular de la cartera de Seguridad, de que recibiría asistencia. El ministro mano derecha de Kicillof justificó que un agente de la Bonaerense disparara a quemarropa contra el músico en su casa de Exaltación de la Cruz. Dijo que todo se hubiera evitado si el Gobierno de Alberto Fernández autorizara el uso de las llamadas “picanas del Siglo XXI”.
“La Policía hizo lo que tenía que hacer, el policía no estaba practicando tiro al blanco, fue atacado y no está herido porque pudo neutralizarlo antes”, afirmó. Y enseguida planteó la necesidad del uso de las Taser: “me parece que este es un buen momento, nuevamente, para entender la importancia que tienen las armas no letales en el uso de casos como éste. Es una herramienta fundamental, acá tenemos un caso típico donde un arma no letal podría haber resuelto esta situación de una manera distinta. Hoy el señor Chano está vivo porque ahí había médicos y se trasladó inmediatamente en una ambulancia”, dijo Berni.
La peligrosidad de esas pistolas viene siendo denunciada desde hace décadas por organismos de derechos humanos y especialistas en temas de represión estatal. En Estados Unidos, por caso, entre 2001 y 2012 se registraron oficialmente más de 500 muertes por el uso de estas armas. Y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llegó a considerarlas como “letales”.
“La única forma de enfrentar a un agresor con un arma letal es con el uso de armas no letales, pero el Gobierno nacional se opone”, afirmó el ministro queriendo darle un tono "humanitario" a su propuesta.|