El viernes, un insólito pedido de Nahir sorprendió a su abogada Raquel Hermida Leyenda: “Yo no lo maté a Fernando, fue papá. Quiero que acuses al verdadero asesino y a los corruptos que taparon lo que pasó de verdad aquel día".
A partir de ahí, la joven que permanece desde hace más de cinco años detenida por el crimen de su exnovio Fernando Pastorizzo, inició con su representante legal, una denuncia contra Marcelo Galarza ante la Fiscalía Criminal de Turno en Paraná, al fiscal Sergio Rondoni Caffa, y al abogado Marcelo Reborsio, el primero que defendió a Nahir.
En el mismo marco, sumó la denuncia de abuso sexual contra su tio paterno y pidió medidas de seguridad tanto para la joven como para su hermano y su madre Yanina.
“Ella había estado en la escena del crimen, pero Galarza se ocupó de todo. Anduvo en auto. Estuvieron en todos los detalles, por ejemplo en no ser registrado por las cámaras de seguridad. Su primer abogado, Víctor Rebossio, también fue denunciado porque fue el que la llevó a que ella se declarara culpable. Después cambiaron la versión a que fue un accidente. Hubo un entramado judicial para culparla a Nahir”, dijo una fuente.
El pasado del culpable
Marcelo Galarza, a quién su hija acusa de haber apretado el gatillo,es un policía de Entre Ríos. Poco más se sabe de su vida privada ya que los Galarza han favorecido el perfil bajo. Pero hace unas semanas una nueva noticia sacudió la vida de Nahir: sus padres, Marcelo Galarza y la ex policía Yamina Kroh, se separaron.
Según trascendidos, Galarza padre en primera instancia había querido hacerse cargo del asesinato. Pero el video que muestra a la joven huir del momento del crimen no dejó dudas a los investigadores y tuvo que desdecirse.
“Si sirve que me haga cargo yo del hecho para que ella no vaya presa, lo hago. Mi vida no importa. Prefiero pudrirme yo en la cárcel antes de que le pase a ella. Pónganse en mi lugar. Uno hace lo que sea por su hija”, había dicho en una entrevista.
Pero para los investigadores el padre de Nahir, solo la encubría. La que disparó del gatillo era ella. En su libro “El silencio de Nahir”, Jorge Zonzini, que fue asesor de prensa de Nahir al comienzo del caso, escribe sobre una teoría que le reveló una fuente: ”Hay más de uno que dice que las cosas fueron así. Esa noche, los chicos discutieron en la cocina de la casa después de tener sexo. Se estaban yendo. Marcelo Galarza se despertó para orinar, escuchó algo, pero no salió hecho una tromba porque Nahir no estaba en peligro. Pero escuchó lo suficiente: amenazas, insultos. Se dio cuenta de que no era la primera vez. Pero iba a ser la última. Los chicos salieron en la moto. El salió de su cuarto, tomó el arma de arriba de la heladera, se subió al auto. Es policía, saber seguir un rastro. Sabe qué calles tienen cámaras y cuáles son los puntos ciegos. Los encontró. Nahir le había pedido que pararan cuando vio que estaban cerca de su abuela. Galarza apagó las luces, detuvo el auto, bajó y se acercó a la moto cuando recién se detenía. Nahir estaba a un costado o Galarza la apartó y disparó por la espalda a Pastorizzo. ¿Acaso crees que vas a tocarme a la nena y te va a salir gratis? El pibe cayó y lo remató de frente, al pecho. Nahir, estupefacta. Guardó el arma en la sobaquera. Le dio instrucciones claras y precisas pero Nahir se equivocó y caminó por una calle donde hay cámaras (...)”.
Lo cierto es que el padre de Nahir fue indagado por Asuntos Internos, luego del crimen a Pastorizzo, que pusieron en tela de juicio sus 24 años en la fuerza. Continuando en sus funciones, el funcionario tenía antecedentes por apremios ilegales: 17 años atrás fue llevado a juicio por haberle disparado -y matado-, en 1996 a Claudio Marcelo Cañete, un hombre de 32 años al que se lo acusaba de vender drogas en Concordia, pero tras la investigación judicial el Tribunal de esa localidad decidió absolverlo.
Silvia Valiente, ex esposa de Marcelo Galarza, aseguró que “miente en todo”: “Me casé a los 20 años con él, muy enamorada, como todo el mundo que decide casarse supongo”. En 1989, se fueron a vivir y trabajar en Estados Unidos. Sin embargo, sólo estuvieron ahí dos años y regresaron a Gualeguaychú. Una vez aquí, Valiente quedó embarazada de un varón y Galarza la abandonó. “Él me dejó cuando yo estaba embarazada. Me dejó sola. Se fue con otra mujer que también quedó embarazada al poco tiempo y que también la dejó cuando esperaba al bebé. A Román, mi hijo, le dio el apellido; al otro chiquito, ni siquiera eso”, detalló.
Galarza dejó a su primera familia a tan sólo un mes de haberse reintegrado a la fuerza policial de la provincia de Entre Ríos. Nunca vivió con el hijo que tuvo con Silvia, que en la actualidad tiene 24 años y estudia, al igual que Nahir, abogacía. Tampoco convivió con el hijo extramatrimonial, que tiene poco menos de 24 años y que también vive en Gualeguaychú pero que jamás tuvo relación con Marcelo.
“No es cierto ese perfil familiero y de buen padre que dice tener. No es un tipo recto, íntegro o un ejemplo de familia. Por lo menos esa imagen no se condice con las actitudes y comportamientos que tuvo conmigo y con mi hijo”, manifestó Valiente.
El Jefe Departamental de la Policía de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, Carlos Pérez, había dudado de la lealtad policial de Galarza tras conocerse las causas judiciales en las que estuvo involucrado: “no debería ser así. De todos modos cada una de las causas se ha sometido a una investigación judicial, pero no es normal que ocurra eso. Lo óptimo es que no esté involucrado en causas judiciales, pero de todos modos, si está sospechado, siempre estamos a disposición”.
Sobre Nahir, Pérez había explicado que “hay que ver si está instruida o ha hecho prácticas de tiro pero para usar un arma 9 milímetros hay que saber hacerlo; indudablemente hay que saber utilizarla. No hablo específicamente del hecho, pero para utilizar un arma de estas características, hay que conocer, porque tienen seguro y muchas cosas. No es sólo jalar de un gatillo”.|