Con dolor y mucha bronca, los familiares, amigos y vecinos se manifestaron para pedir justicia por el crimen de Alejandro Fernández, el policía y mecánico de Tolosa que fue asesinado de un disparo en la cabeza el pasado 3 de noviembre.
Con carteles con la imagen de Alejandro y el pedido de justicia para esclarecer qué fue lo ocurrió, los presentes recordaron como una gran persona y destacaron la asistencia comunitaria que prestó durante la inundación del 2 de abril de 2013, cuando pasó más de 12 horas recorriendo el barrio con su bote y rescatando vecinos atrapados en sus casas.
El caso
Fernández fue hallado muerto en el interior de su taller, ubicado sobre el Camino General Belgrano entre 525 y 526, en Tolosa. Estaba en la fosa y sobre su cuerpo yacía el bloque de un motor y varias baterías.
Aunque un principio se investigó la posibilidad de un accidente, los resultados preliminares de la autopsia realizada sobre su cuerpo revelaron una realidad muy distinta y confirmaron el cruento crimen: los peritos hallaron un orificio de bala en la cabeza de la víctima y la recuperaron de su cráneo. La investigación dio entonces un fuerte giro y ahora los agentes están a la caza del asesino, analizan grabaciones de cámaras de seguridad de la zona, interrogan testigos y buscan pistas que los permitan descubrir cómo y por qué un vecino tan querido fue asesinado a sangre fría mientras trabajaba.
Voceros del caso también revelaron que del taller desaparecieron dos teléfonos celulares que son intensamente buscados por la Policía y unos 200.000 pesos que el mecánico guardaba para pagarle a un proveedor, pero insisten que el móvil del robo está descartado dado que en uno de los bolsillos de la víctima también hallaron 27.000 pesos intactos.
La investigación
Los investigadores del caso manejan una clara hipótesis: ajuste de cuentas. Pocos días atrás, se confirmó que Fernández murió de un disparo en la cabeza, lo que reforzó la hipótesis que analiza sus últimos movimientos.
Asimismo, la búsqueda de testigos, el relevamiento de cámaras de seguridad, entrevistas con familiares y amigos, la reconstrucción de sus últimos días de vida, un perfil de relaciones sociales de la víctima, búsqueda de datos, indicios o evidencias en su teléfono celular, son algunas de las medidas de prueba que están en la libreta de apuntes del equipo de investigación que encabeza la fiscal Cecilia Corfield, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 15 de La Plata, a cargo de la instrucción de caso.
Su círculo cercano clama justicia y pide “que no sea un caso más, que su muerte sirva para que la Justicia los deje encerrados para siempre”.|