El perro marcó el lugar donde estaba sentada la niña el día que despareció y luego marcó el lugar donde fue vista por última vez, mientras jugaba a las escondidas. A partir de ahí el perro tomó el descampado hacia la ruta 7, donde se cree que la pequeña fue llevada.
Según informó el perito Santiago Díaz, quien fue el encargado de hacer el rastrillaje con el perro. Dijo que hubo un auto en la ruta 7, estuvo unos minutos y desde ahí tomó dirección hacia la provincia de Mendoza. A raíz del hallazgo, volverán a revisar las cámaras de seguridad de la zona para confirmar ese información.
Yanina Cialone, la mamá de Guadalupe sostuvo, en declaraciones a medios locales, en su provincia, que por ahora “no hay nada en concreto, nada que nos dé alguna esperanza, alguna pista”.
Eric Lucero, el papá de Guadalupe: “Ya pasaron dos meses desde que se la llevaron y como no tenemos nada claro, a esta altura estamos desesperados”. El padre cree que si bien “siguen los rastrillajes, ya no hay tantos, ya no hay lugares nuevos donde buscar”.
Los operativos
Los operativos que luego de varios días sin novedades volvieron a dar impulso a la búsqueda comenzaron este viernes, con la incorporación de Santiago Díaz, integrante de la Brigada de Rescate con Intervención Canina.
Según explicó Díaz, los primeros trabajos se llevaron a cabo en la casa de la madre de Guadalupe, a quien le pidió pertenencias de su hija para que los perros pudieran detectar su olor. “Me entregó una prenda en una bolsa y unas botas en una caja. Por medio de una técnica de odorología forense hice una extracción y lo trasladé a unas gasas estériles para poder trabajar con los perros”, contó Díaz.
Luego, los investigadores y los perros se trasladaron a la casa de la tía de Guadalupe en el barrio 544 Viviendas. Allí, uno de los animales hizo la primera “marcación”: el perro detectó el aroma de la pequeña en el medio de la calle frente al domicilio, donde había estado jugando con sus primos antes de desaparecer.
A partir de esa pista, el operativo siguió en dirección norte. En un cantero ubicado no muy lejos de la primera marcación, un perro raspó uno de los ladrillos para alertar sobre algo. Se trataba de un "objeto" que podría ser de interés para la causa: “Hay que ver si a dos meses, se puede recolectar ADN”, dijo Díaz.
Tras rasgar el ladrillo, el perro tomó por un descampado colindante a la zona cero y culminó a la vera de la ruta 7, donde el "rastreador" perdió el olor. A partir este hallazgo, los investigadores suponen que Guadalupe fue subida a un vehículo después de cruzar el descampado.
"Viendo el recorrido, llegamos a la ruta, también a los famosos cerros donde mí hija había jugado el domingo 13 de junio (la menor había estado un día antes de desaparecer en esa zona con su padre). Estando ahí y viendo esa ruta con la cantidad de autos que pasan, los camiones, el descampado y la zona vacía, entré en crisis”, escribió Cialone en Facebook.|