La discriminación por razas no es sólo asunto de humanos. O sí, es cosa de humanos pero no se limita únicamente a ellos sino que también los animales son discriminados. En el mundo lo llaman "Síndrome del Perro Negro", y se habla de motivos por los cuales los perros de ese color son menos aceptados por la gente. Pero en general no hay demasiados datos científicos que confirmen.

En una ONG del Sur del Gran Buenos Aires sí tienen datos concretos. Patitas Glew, en el partido de Almirante Brown, se dedica a rescatar animales de la calle, curarlos y darlos en adopción. Y allí aseguran que por cada perro negro al que le consiguen una familia, otros cuatro del mismo color deben esperar meses y hasta años.

En Patitas Glew cuentan como ejemplo un caso reciente con una perrita llamada Amanda, que fue adoptada y luego devuelta "porque era negra". La persona que eligió a Amanda, luego se "arrepintió" y no fue por otra cosa que su pelaje.

El mensaje del adoptante que llegó al refugio fue así de crudo: "Mirá lo que te voy a decir es súper discriminatorio y lo sé, pero a mi mamá no le gustó Amanda porque es negra", empezó la conversación. "Es súper impactante tener que leer este tipo de comentarios, pero ya nos acostumbramos a este tipo de prejuicios", dicen en la ONG.

La organización publicó fotos de Amanda pidiendo ayuda para que encontrarle un mejor destino. “Lamentablemente el prejuicio social existe hasta en la hora de decidir a quién darle una oportunidad o no. Es acá donde la mayoría son discriminados por tener el pelaje de color negro", dicen.

Desde la ONG comentan que un perro de pelaje negro puede estar "años enteros" hasta ser adoptado, mientras los de otro color consiguen familia mucho más rápido.  "Para tener una estadística, si por ejemplo un mes publicamos cinco perros adultos negros, solo terminan adoptando a uno", explican.

Está claro que el de la perrita Amanda no es un caso excepcional. Desde la organización comentan que son constantemente testigos del rechazo que sufren los perros con pelaje negro. "Los rechazan simplemente por su color -afirman-. Hay muchas otras Amandas. Como Belén y Florencia, dos perras de color negro que hace más de dos años que están esperando a una familia".

Quienes analizan el "Síndrome del Perro Negro", al momento de buscar razones para la discriminación se encuentran con los siguientes motivos: algunas personas creen que, igual que los gatos negros, dan mala suerte. También están quienes los consideran poco fotogénicos. Y los que creen que son más agresivos. Obviamente, nada de esto tiene asidero lógico.

En Patitas Glew confirman que no son los únicos que padecen este problema sino que en todos los refugios pasa. Y que lo de Amanda no es nuevo, en otras ocasiones recibieron mensajes similares de rechazo.  "Los perros negros son los que menos posibilidades tienen de ser adoptados y los que más tardan en conseguir familias, ya sean adultos o cachorros", afirman.

"No nos entra en la cabeza cómo pueden existir este tipo de pensamientos, con perros que solo buscan una oportunidad", se lamentan. Finalmente, la queja pública en las redes resultó bien en el caso particular de Amanda, ya que apareció una nueva familia para adoptarla.

Sin embargo, la agrupación comenta que el tema de la discriminación es difícil de tocar en las redes sociales y por eso, muchos no se animan a tratar con ese problema que viven los perros rescatados. Además, agregan que hay otra forma de discriminación, que tiene que ver con la edad y cada vez resulta más frecuente. "Hoy en día también notamos gran diferencia entre los perros adultos y cachorros, ya que siempre hacen hincapié en que sean cachorros. Son los que más eligen mientras que muchos perros adultos mueren tal vez, en refugios, esperando una oportunidad que nunca llega", sostienen.|