Jueves día caliente en el Senado, con sesión mixta convocada por la presidenta del cuerpo, Cristina Fernández de Kirchner, para debatir un solo tema: el Presupuesto 2021 que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados.  

El terreno era propicio para consagrar la aprobación de una ley fundamental para el Ejecutivo. Hasta Martín Guzmán se "coló" en los pasillos del recinto para "espiar" la sesión. Pero "el diablo metió la cola" (o la errata). Porque justamente una fe de erratas que debe introducir a la media sanción hará que el proyecto vuelva a la cámara de origen retrasando su aprobación.

Si bien la modificación no implica cambios en el contenido del proyecto, ya que solo se agregaran planillas que faltaron en la carga del Presupuesto cuando pasó de Diputados al Senado, la demora formal incomoda los planes del titular del palacio de Hacienda que pensaba volverse hoy mismo a su despacho de la calle Hipólito Irigoyen con la ley bajo el brazo. 

"Puta madre", se lo escuchó mascullar a Guzmán al momento de enterarse de la omisión. Desde Economía le informaron al Congreso que se trató de una "omisión involuntaria de ellos", originada en un fallo por la operación remota del sistema GDE. Formalmente la situación quedó saldada cuando el presidente de la comisión de Presupuesto Carlos Caserio, leyó la carta de Hacienda donde se hacen cargo del error en la carga del contenido del proyecto producto de problemas en el sistema virtual.

"En la remisión del archivo digital se detectó la presencia de saltos de página que truncaron la exposición detallada de montos en la planilla anexa. Es necesario incorporar estas planillas anexas y que el texto sea devuelto a Diputados con esas incorporaciones", agregó Caserio. En la Cámara baja ya diagraman una posible sesión para la próxima semana. 

¿Quién fue el botonazo?

El que advirtió la macana fue un asesor del propio bloque Frente de Todos. Ni bien se percató del error, lo comunicó a las autoridades de la comisión de presupuesto, tras lo cual el ministerio de Economía confirmó la falla. En el despacho de Cristina se agarraban la cabeza. Una conversación telefónica entre asesores, terminó de definir la estrategia para sortear el inconveniente. "No vamos a cambiar nada pero creemos que tenemos que hacer la fe de erratas", advirtió Caserio.

Desde la oposición, aprovecharon el traspié oficialista para tirarse el lance de efectuar algunas modificaciones al proyecto. Martin Lousteau fue uno de los que lo propuso: "La volatilidad de la Argentina genera presupuestos que quedan rápidamente desactualizados. Si no pensamos en serio el proceso presupuestario y el impacto que tiene, vamos a generar una mala economía", dijo el senador opositor.

El Presupuesto 2021 contempla un crecimiento del PBI de 5,5%, una inflación del 29%, un gasto global de 8 billones de pesos y un déficit equivalente al 4,5% del PBI. La iniciativa recibió media sanción el 29 de octubre en la Cámara de Diputados con 139 votos a favor, 90 abstenciones de Juntos por el Cambio y 15 votos en contra, tras casi 20 horas de debate.

Durante este debate, el proyecto de ley que envió el ministro de Economía Martín Guzmán sufrió modificaciones que, según explican en el Congreso, son fruto de una incansable negociación política. El que estuvo a la cabeza de dichas conversaciones informales entre oficialismo y oposición, fue el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Los cambios más significativos fueron el Artículo 95 donde se fijan las Tasas Nacionales para la fiscalización del transporte de pasajeros y de carga. Beneficios impositivos a empresas con participación del Estado superior al 80% o un aumento en las cargas impositivas a la importación de productos tecnológicos.