La coalición opositora Juntos por el Cambio decidió este lunes que los cuatro gobernadores que forman parte del espacio no concurran a la reunión convocada para el miércoles por el presidente Alberto Fernández para hablar sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y los gobernadores de la UCR Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza) mantuvieron conversaciones telefónicas con el resto de los integrantes de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, en las que se tomó la decisión.
Desde la principal alianza opositora precisaron que los gobernadores resolvieron que "no van a ir para la foto y sin precisiones de nada" en lo que refiere a los detalles de la negociación que lleva adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el FMI.
Tras definir que no concurrirán al encuentro para el cual el Gobierno invitó a todos los gobernadores, empresarios y sindicalistas, los mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio pusieron como condición que también formen parte "los jefes parlamentarios" de la coalición.
Es decir, quienes que el Gobierno extienda la invitación a Alfredo Cornejo, Luis Naidenoff y Humberto Schiavoni, por el Senado, y a Cristian Ritondo, Mario Negri, Juan Manuel López, Rodrigo de Loredo y Ricardo López Murphy por Diputados, entre otros.
Esta posición de la coalición opositora frente al Gobierno ya había sido conversada brevemente durante la reunión que mantuvieron la semana pasada, en la que se definió la nueva integración de la mesa nacional.
Allí se acordó que debían esperar a que el Gobierno presentará detalles concretos sobre la negociación y el eventual acuerdo con el FMI y no sumarse a una foto con el Presidente que pudiera ser usada políticamente por el oficialismo.
La inminencia de la reunión convocada por el jefe de Estado apuró la definición de Juntos por el Cambio, que endurece así su postura luego de la victoria electoral del año pasado que le otorgó mayor presencia en el Congreso.
El Gobierno, por su parte, busca respaldo político para la negociación con el FMI luego de que fracasara la aprobación del Presupuesto 2022, hecho que dio una señal negativa al organismo con el que la Argentina tiene una deuda de 45 mil millones de dólares.
En ese contexto, tanto en el oficialismo como en la oposición las expectativas están puestas en el llamado a sesiones extraordinarias del Congreso, que en febrero trataría una extensa agenda de temas entre los cuales podría figurar el plan económico plurianual que, según adelantó Fernández, contemplará los alcances de un eventual acuerdo con el Fondo.|