Las dos principales fuerzas de la oposición compiten por el liderazgo. El PRO quiere seguir timoneando la torpedeada nave de Juntos por el Cambio, en el radicalismo creen que ya fue el turno de sus aliados y que ahora les toca a ellos. A su vez, dentro de ambos partidos tienen sus propias internas, que no son menores.
En lo único que parecería que todos están de acuerdo es en jubilar a Mauricio Macri. En privado despotrican contra el expresidente, en público son más sutiles y hablan del espíritu democrático de la alternancia en el poder o cosas por el estilo. Todos saben que el fundador del PRO tiene ganas de un “segundo tiempo”.
“Basta, ya me cansé. Nosotros nos disfrazamos de cualquier cosa para defender su desastrosa gestión, digamos de una vez por todas las cosas como son, y él sale por televisión diciendo que a las siete de la tarde se desconectaba para ver Netflix”, dijo un diputado del PRO al que se le vence el mandato a fin de año. Otros tres dirigentes del mismo espacio asentían. Los cuatro dijeron apoyar a Horacio Rodríguez Larreta. “Es el único que construye y no se va a descansar”, agregó el más joven de la tertulia.
Mientras tanto, Elisa Carrió y Miguel Ángel Pichetto observan el escenario. La dirigente de la Coalición Cívica – ARI ya incursiona en la interna del PRO, aunque con cierto aplomo. En cambio, el ex compañero de la formula de Macri prefiere mantenerse alejado de las disputas de sus socios y construye su peronismo republicano, para luego sentase en la mesa de negociaciones y poner sus cartas sobre la mesa ante el armado de las listas para las elecciones legislativas de noviembre.
Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal comenzaron a tener reuniones con referentes del conurbano bonaerense. El jefe del Gobierno porteño se encuentra en el podio de los dirigentes políticos con mejor imagen del país; la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, según diversas consultoras, también goza de un buen semblante electoral.
Él quisiera que su segundo, Diego Santilli, desembarque en la provincia de Buenos Aires y que ella encabece la lista de diputados por la ciudad. Esa proyección colisiona con los planes de Patricia Bullrich, presidenta del PRO y principal oyente de los consejos de Macri.
La ex ministra de Seguridad de la gestión de Cambiemos quiere ser la figura estelar en la lista de diputados porteños y se encuentra en plena campaña. Su aliado en la provincia de Buenos Aires es el intendente de Vicente López, Jorge Macri, primo de Mauricio. El alcalde no tiene ningún interés de que Santilli se pasee por el conurbano como un potencial candidato a gobernador para las elecciones de 2023.
La injerencia de Jorge en el principal circuito electoral del país no es menor, cuenta con el apoyo del denominado Grupo Dorrego, integrado por la mayoría de los intendentes del PRO. Su enfrentamiento con Vidal y sus intenciones de gobernar la provincia, no es novedad.
En busca de un conductor
El radicalismo también tiene lo suyo. Por un lado, la interna que mantienen en Córdoba, por otro los problemas que comienza a tener Alfredo Cornejo, diputado y presidente de la UCR, con los gobernadores del mismo palo que prefieren no jugar demasiado por temor a que el Gobierno nacional les corte los víveres en plena pandemia.
Cornejo sabe que la principal fuerza motriz de la alianza de Juntos por el Cambio es el radicalismo y está dispuesto a que su partido deje de tomar sopa con tenedor. El mendocino sabe que no hay 2023 sin 2021 y apunta su artillería al PRO hasta que la casa esté en orden.
Sus intenciones parecen claras y ayer las mostró durante una entrevista a Radio Rivadavia en donde dijo que “el papel” de Mauricio Macri “es contribuir a la unidad” y que “está claro” que ya “no es el líder único”.
Según Cornejo, “no hay un único líder en Juntos por el Cambio. Hay varios y nadie que se imponga por encima de otros. Ni Macri ni nadie. Hay una conversación mucho más horizontal que la que había en el Gobierno de Macri”. Durante la entrevista, la única imagen que rescató dentro de su propio partido es la de Martín Lousteau y “no mucho más”.
Antes de que las urnas echen luz sobre la realidad, quienes suelen decidir los liderazgos en las mesas donde se discute el armado de listas son las encuestas. Media docena de estudios de opinión pública son el primer paso para cerrar las negociaciones, definir un líder, y salir a barrer el territorio electoral. Hasta aquí, todo hace suponer que las internas dentro de Juntos por el Cambio se dirimirán en las primarias del 12 septiembre. |