El viernes muchos se sorprendieron al percatarse del crecimiento muy significado en el número de fallecidos por coronavirus notificado por la provincia de Buenos Aires. Según se explicó, el incremento -3.523 fallecidos que no habían sido informados en tiempo y forma- obedeció a un cambio en la modalidad de recuento de muertes en territorio bonaerense.
Tras la polémica que los datos generaron y las críticas de la oposición, el viceministro de Salud Nicolás Kreplak, sostuvo que “ahora los números son fehacientes” y comparó la situación con la de otros países: “En el mundo no existen formas de tener la información epidemiológica de manera rápida y eficiente”.
El funcionario bonaerense explicó que para llegar a la actualización de las cifras “cruzamos los certificados de defunción con las camas de terapia intensiva y logramos así llegamos a 3523 nuevos muertos” y admitió que “nos sorprendió y es una situación muy grave”. Con estos datos, se observa un salto en la tasa de letalidad. La oposición apuntó contra la Provincia acusando a la gobernación por ocultamiento de información.
Kreplak sostuvo que “Nueva York también cargó cerca de 3500 muertos en un solo día” y que el nuevo sistema estará disponible para utilizarse en otros puntos del país evitando el subregistro. Sobre las declaraciones de dirigentes y exfuncionarios opositores, el viceministro de salud provincial dijo que “no ocultamos nada; fuimos nosotros mismos los que hicimos la investigación sobre los números de la provincia”.