Los incendios en Corrientes comenzaron a mediados de enero y recién un mes después comenzaron a arribar autoridades nacionales para “evaluar” la situación y aportar personal capacitado para el manejo del fuego y ayuda económica, ya que esa provincia se encontraba completamente desabastecida.
"Corrientes fue la tormenta perfecta porque afectó la sequía, la crisis climática, los focos intencionales de fuego, y sucedió en una provincia que no tiene Bomberos", expresaron fuentes de Casa de Gobierno a Noticias Argentinas.
A su vez, aclararon que "una vez que se apague el fuego, que todavía no se terminó de apagar, empezará la reconstrucción". Por lo que reconocieron: "Claramente se tardó en comenzar a combatir el fuego, pero en muchas provincias ya cuentan con los insumos como para empezar con una base. Corrientes no tenía nada", puntualizaron.
También subrayaron que se trata de "una provincia que está más acostumbrada a las inundaciones que al fuego", y agregaron: "No tenía Bomberos pagos, solamente tiene algunos Bomberos voluntarios. Todo tuvo que ser llevado desde afuera".
Al describir el avance de los incendios remarcaron: "Fue feroz, un montón de focos juntos, una sequía histórica, la bajante de los ríos. Fue todo junto. Después habrá que discutir un montón de cosas, porque Corrientes fue una de las provincias que más se opuso a la ley de humedales", recordaron en Balcarce 50.
Lo que viene
Este jueves el presidente Alberto Fernández visitará la provincia de Corrientes y, además de sobrevolar la zona afectada por los incendios, podría acercarse hasta el territorio donde se encuentra trabajando la gente.
El Presidente aterrizará en la ciudad de Posadas, Misiones, y desde allí se trasladará por vía terrestre hasta Santo Tomé, epicentro de los incendios, para sobrevolar la zona junto al mandatario provincial, Gustavo Valdés.|
