Con los ojos puestos en «zapatitos blancos» – Negocios & Política
 

Mensajes desde Olivos |Con los ojos puestos en "zapatitos blancos"

Después de la abrupta salida del ministro de Salud, Ginés González García, por el escándalo de la pasarela de las vacunas para los amigos del poder, el presidente Alberto Fernández observa al secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, como la clave para reflotar la alicaída imagen del Gobierno. Su respaldo moral y su buen diálogo con el establishment.
Anatole Tirecourt
Política
Anatole Tirecourt
Política

Los empresarios que asistieron el viernes a la presentación del Consejo Económico y Social con la expectativa y el temor de alguien que se sumerge a nadar con tiburones. No porque sean amigables delfines en el mar de la política y la economía argentina, sino porque algunos temen quedar en un callejón sin salida.

La expectativa no está puesta en el Gobierno, pero sí en uno de un hombre muy cercano del presidente Alberto Fernández: Gustavo Beliz, el hombre que tiene un aura de honestidad que pocos tienen en la política argentina y por el cual algunos sectores en los 90 le pusieron el sobrenombre de "zapatitos blancos" por su negativa a "embarrarse" en la política.

"El temor es que quedemos atrapados en la campaña. Que el Gobierno nos utilice para la campaña de las elecciones como el empresariado que apoya la gestión. Nos hubiese gustado que estuvieran referentes de otras fuerzas políticas. Quizás no políticos pero, por ejemplo, podían haber llamado a Marcos Galperín porque Martín Migoya que también apoyó a Macri no es popularmente conocido", explicaba Negocios & Política un empresario que participó del encuentro.

El enigma de los zapatitos blancos

La carta de tranquilidad está en la figura de Beliz. Pero la duda es si Beliz es el hombre poderoso del Gobierno que maneja hacia adentro los hilos del poder, o es el amigo de Fernández, que jugó a ganar un cargo en el BID y no le salió bien y ahora busca un espacio propio.

En la Casa Rosada señalan que es la idea de trascender de Fernández. Lo que quiere dejar cuando abandone el Sillón de Rivadavia, es una ley que marque las pautas para los próximos años. "Es el legado de Alberto, no va a jugar con esto, por eso lo puso a Béliz. Es un tipo que no le importa presentar la renuncia e irse en cinco minutos si observa algo que no le gusta. Tiene el espíritu y el carácter para hacerlo", aseguran desde el Gobierno.

En medio de esto saltó la crisis del vacunatorio VIP que no sólo generó el enojo de Fernández, que le pidió la renuncia a Ginés González García, sino que también la frustración de Beliz.

"Logró convencer a los empresarios, promete honestidad y un Gobierno pulcro, lanza el Consejo Económico y Social y logra desmarcarse de la discusión de precios y salarios y plantearlo como un punto de inflexión a futuro. Esto lo sacó de todas las tapas de los diarios y, además, de nuevo lo pone en una situación de explicar lo que otros hacen", explican en el entorno de Beliz.

El próximo 4 de marzo será el primero de los encuentros de los empresarios oficialmente en el Consejo. Ahora el Gobierno tiene menos de 15 días para recomponer la imagen y no mostrarse herido por el vacunatorio vip con los empresarios que suelen oler sangre y aprovechar la situación para girar la discusión de plantear medidas a mediano y largo plazo. Justamente el planteo que hacen en la presentación Fernández y Béliz, pedidos más coyunturales que particulares.

Qué más se dice

Un sector del Gobierno observa que la imagen “zapatitos blancos” puede ser la clave para sacar a flote el barco en términos de imagen hacia la opinión pública, el establishment, y hasta la relación política con el arco opositor. Un funcionario del entorno del presidente lo infla: “No te olvides qué éste (por Béliz) se le paró de manos a Jaime Stiuso (ex hombre fuete de la SIDE) cuando estaba en su mejor momento. Pasa que se la banca y tiene la cola limpia”.  

En el kirchnerismo y en el massismo opinan lo contrario, lo dicen desde la postura de quien puede perder algo. Hay recelo.

Desde La Cámpora le tienen desconfianza, creen que podría ser inmanejable. Y en el entorno del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, lo ven como un potable rival en la carrera hacia las elecciones presidenciales de 2023.

Lo que todos los consultados, sí tienen bien claro, es que Fernández está lejos de pensar en una reelección y hasta dicen que tacha en un candelario los días que faltan para finalizar su mandato. Él tiene fe en que se irá aplaudido.   |

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig