Se trata del expolicía de la Ciudad Iván Blizniouk (35) y el mecánico de origen ruso y nacionalizado argentino Alexander Chikalo (37), quienes permanecen detenidos acusados de almacenar la droga en 360 paquetes distribuidos en 12 valijas y llegarán a juicio como presuntos miembros de una "organización transnacional dedicada al tráfico de estupefacientes, con conexiones en varios países", entre ellos Argentina, Rusia, Alemania y Países Bajos.
El juicio estará a cargo del Tribunal Oral Federal (TOF) 4, integrado por los jueces Jorge Gorini, Néstor Costabel y Daniel Obligado, que estableció que las audiencias sean todos los jueves desde las 14 y, en principio, el debate se desarrollará a través del sistema de videoconferencia que ofrece la plataforma virtual Zoom.
Tanto Blizniouk como Chikalo llegarán al debate oral detenidos en el Penal de Marcos Paz, a pesar de que este último realizó un planteo a través de su defensa para que se le otorgue arresto domiciliario a raíz de la pandemia de coronavirus y para cuidar a su hijo pequeño, el cual fue rechazado el 20 de abril pasado.
En un escrito, el tribunal consideró que existían "riesgos procesales" si el imputado era beneficiado con el arresto domiciliario, ya que "permanece incierta la capacidad operativa actual de la estructura que, poco tiempo atrás, posibilitó los actos que aquí se juzgarán".
El caso, que fue investigado por el juez federal Julián Ercolini, tiene un correlato que transcurre en Rusia donde están acusados el empresario Andrey Kovalchuk; Ali Abyanov, ex agregado económico de la embajada rusa en Buenos Aires; y Vladimir Kalmykov e Ishtimir Khudzhamov, quienes fueron detenidos cuando quisieron retirar las valijas cuando llegaron a Moscú.
Según los investigadores, el plan de la banda "narco" era enviar las valijas de cocaína a ese país, utilizando canales diplomáticos. La investigación comenzó el 13 de diciembre de 2016, cuando el embajador ruso en Buenos Aires, Viktor Koronelli, se comunicó con la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para denunciar la presencia de doce valijas con un contenido sospechoso dentro del colegio adjunto de la sede diplomática.
Alertado del hallazgo, el juez Ercolini ordenó que Gendarmería revisara el contenido, que resultaron ser 389 kilos de cocaína, pero como se quería detener a toda la organización, se cambió la droga por harina y se montó un sistema de monitoreo y rastreador satelital de las valijas.
Luego de que la banda intentara sacar la droga de la embajada, sin chances, en diciembre último se realizó una "entrega vigilada" de la cocaína cuando un alto funcionario ruso estuvo en Buenos Aires y se subieron las maletas al avión que lo trasladaba.
De acuerdo a la investigación, tanto los dos acusados que serán juzgados en Buenos Aires como los que se encuentran detenidos por la justicia rusa "tomaron parte en una organización trasnacional con conexiones en varios países -al menos en Argentina, en la Federación Rusa, en la República Federativa Alemana y en el Reino de los Países Bajos- dedicada al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes".
Si bien se especulaba con que Kovalchuk podría ser el jefe de la banda, las autoridades del Servicio Federal de Seguridad de Rusia informaron al juez que según la información que manejaban, "los compradores verdaderos (dueños de la cocaína) están en Holanda o Bélgica" y negociaban con el empresario Kovalchuk, que fue detenido en las afueras de Berlín el 1 de marzo de 2018 a pedido de la Justicia rusa.