Políticos argentinos y la etimología de la transparencia – Negocios & Política
 

Análisis del discurso |Políticos argentinos y la etimología de la transparencia

Qué tan vapuleada y golpeada puede estar la transparencia en la política que todo debate se resume a un combate dialéctico con el único fin de dominar el sentido último de un hecho determinado, sin importar la veracidad que aporta la experiencia.
Federico García
Opinión
Federico García
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Quizás nuestros políticos se hallen en la necesidad de recurrir a clases de etimología para terminar descubriendo, todos ellos, lo poco “transparentes” que son. Y se enuncia así, todos ellos, porque en esto no hay distinción partidaria ni ideológica alguna: es un vicio intrínseco de la pulsión política del país, fiel reflejo y refracción del espejo social.

Ser transparentes, por definición del diccionario, implica un cuerpo “que deja pasar la luz y permite ver a través de su masa lo que hay detrás”. Cabe cuestionarse si eso es posible en el horizonte mediático de la actualidad argentina, donde las “capas de oscuridad” -como diría Erdosain en Los Siete Locos- recubren las intenciones espurias de ciertos dirigentes.

Pero la trampa está en la otra acepción del “mataburros”, donde al parecer pusieron el ojo nuestros avispados políticos, ya que, paradójicamente y en contraposición con su significado anterior, habla de un cuerpo “que deja pasar la luz pero no permite ver con nitidez a través de su masa”. Entonces, qué creer…

Sin embargo, si se indaga más allá de la descripción de la palabra por parte de la Real Academia Española, que recoge usos actuales de los significados, y nos remontamos a la historia primigenia de la transparencia, advertiremos una simbología oculta, evidentemente desconocida por nuestros personajes públicos.

Además de “trans”, prefijo latino que refiere a algo que va de un lado a otro (como político argentino), también forma parte del vocablo el verbo parere, que contrariamente quiere decir “aparecer, comparecer” y, en algunos contextos, “obedecer o estar al servicio de”, lo cual, de ser posible, el discurso de la política evita toda vez que se golpea con la realidad y las creencias del electorado tambalean. |

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