Impuesto a la riqueza un paro a la desigualdad económica en América Latina – Negocios & Política
 

Tendencia |Impuesto a la riqueza un paro a la desigualdad económica en América Latina

En medio de una pandemia que desnudó todos los problemas que la región acarrea desde hace décadas, es menester implementar un impuesto -que se cobre anualmente- que grave la riqueza y los altos ingresos. Eso es lo que plantea el último informe de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social -Latindadd-, que sintetiza la desigualdad y las grandes fortunas de América Latina y el Caribe.
Opinión
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La pandemia, dice el reciente informe de Latindadd, expone datos crudos que dejará esta crisis ocasionada por la irrupción del coronavirus: América Latina y el Caribe han retrocedido 15 años en la lucha contra la pobreza, 37 personas de cada 100 se encuentran en esa situación. Cuando finalice este año, 45 millones de personas que no eran pobres antes de la pandemia lo serán. Casi 3 millones de empresas han cerrado y la caída regional del PIB se ubicará por encima del 9%.

Estos alarmantes datos se cruzan con otros de larga data: esta región es la más desigual del planeta, donde el 10% más rico capta 22 veces más de la renta nacional que el 10% más pobre. El 1% de los más ricos acapara el 21% de los ingresos de toda la economía, señala el informe.

La dinámica pandémica acentuó la desigualdad, recuerda Latindadd, “según datos de Forbes publicados por Oxfam, los milmillonarios de la región aumentaron su riqueza en 48.200 millones de dólares del 18 de marzo al 12 de julio”. La alta informalidad del subcontinente explica la pérdida total de ingresos de esos sectores, donde los Estados no pudieron cubrir efectivamente esos inconvenientes, a pesar de los programas de transferencias de ingresos aplicados.

Ha quedado de manifiesto la importancia del Estado en esta crisis sin precedentes, como la mayoría de los Estados latinoamericanos y caribeños tienen una baja presión tributaria, el resultado es la escasa capacidad de incidencia en la distribución del ingreso y la no garantización de derechos económicos, sociales y culturales de la población.

Los Estados regionales han invertido el 4,1% en promedio de su PIB. Al mismo tiempo, a consecuencia de la brutal caída de la actividad económica, la recaudación descendió fuertemente: pasará del 18,5% del PIB en 2019 al 17% en 2020. Del mismo modo, el aumento de la deuda alcanzará el 9.3% en este año.

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Desigualdad

“El volumen de recaudación de impuestos determina la capacidad de un Estado para combatir la desigualdad y la pobreza a través de sus políticas públicas y, por lo tanto, también para enfrentar la pandemia. Es necesario aumentar la recaudación y de una forma justa para poder hacer frente a las deudas contraídas y fortalecer los débiles sistemas públicos en salud o protección social. Por esta razón, la otra parte debe provenir de reformas tributarias que aumenten la recaudación a través de impuestos progresivos”, expone el texto. 

Y señala las acciones imprescindibles que deben ser tomadas desde los Estados: “Es necesario superar la baja e injusta tributación impulsando el impuesto sobre la renta personal y empresarial, los gravámenes patrimoniales y el gravamen a la economía digital, así como los impuestos que incentiven la sostenibilidad ambiental y la salud. Es urgente revisar también los incentivos fiscales a las empresas y otros gastos tributarios que no sean costos eficientes, así como combatir la evasión y la elusión”.

Para financiar costos relacionados a la recuperación de la pandemia es una opción importante aumentar la recaudación vía impuestos patrimoniales, menciona el informe de Latindadd, Los impuestos al patrimonio, en la región, recaudan muy poco e incluso han reducido su participación a lo largo del tiempo, estos impuestos son los referidos a la tierra, a la vivienda, a la riqueza neta, a las herencias y las donaciones o transacciones financieras.

“La extrema desigualdad acaba, por tanto, siendo causa y consecuencia de los diseños tributarios llenos de privilegios e incapaces de recaudar lo suficiente”, explica el documento. E indica que los grupos de altísimos ingresos están subrepresentados o directamente no son registrados en las encuestas de hogares.

Cuando la desigualdad es tan marcada, el 1% toma el 28% de los ingresos totales, una mejora en la tributación de las rentas más altas se vuelve imprescindible para mejorar la capacidad recaudatoria. En cuanto a la riqueza, “el 1% más rico de América Latina y el Caribe concentra el 41% de la riqueza y el 10% más rico de la región concentra el 72% de la riqueza”.

*Adrián Machado es licenciado en Comunicación Social y especialista en nuevas tecnologías.

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