Luego de dos días de intensos debates sobre la actualidad del modelo industrial y los desafíos que plantea la coyuntura para insertar el resultado de la producción nacional en mercados internacionales, durante el cierre del 27º Conferencia de la Unión Industrial Argentina, su presidente, Daniel Funes de Rioja destacó la “pasión puesta en hacer” que se observa en muchos sectores del país.
El dirigente empresario aseguró en Parque Norte que la central industrial trabajó junto a “actores fundamentales”como el sector público y los gremios porque “tenemos la certeza que a los problemas de la Argentina se les responde de forma tripartita porque hay que hacer esfuerzos para adaptarse a las nuevas realidades de la producción y del trabajo”.
Respecto a lo que deja la pospandemia, Funes de Rioja segur que “este mundo se está conformando con cuestiones muy desafiantes por el estancamiento y la desaceleración de la recuperación de socios comerciales como Brasil y China”. Además de hacer referencia “al problema de los containers” que generó saltos exponenciales en el costo del flete internacional se refirió a la “aceleración de la inflación global”, la “presión” sobre el precio de los alimentos y la energía y en el tipo de cambio, que se suman “al desafío de la agenda verde”.
Si bien se mostró a favor de avanzar en ese sentido, dijo que “como país tenemos que tener una actitud para que no nos usen la agenda verde en contra sino a favor del medio ambiente”.
Luego, se refirió a “aspectos positivos” que se suman a la reactivación de la industria que, según explicó, “va a ir acompañada de liquidez y baja de tasas de interés”. En este punto, le dijo directamente al presidente Albero Fernández, que lo acompañaba en el escenario, que la UIA decidió la temática de su encuentro anual pensando en “acompañar el esfuerzo del gobierno argentino para un Mercosur equilibrado, no un Mercosur alterado que podía implicar prevalencia de unos países sobre otros”.
En ese sentido afirmó que el mercado del sur es “imprescindible” para los industriales y dijo: “tenemos que reafirmar muy fuertemente el Mercosur”. “Es necesario y estratégico para nuestro desarrollo exportar más productos con más valor agregado”, señaló y contó que en 2011 el país contaba con 12.800 empresas exportadoras, mientras que en la actualidad esa cifra bajó a 9.500.
Saltar la grieta
Funes de Rioja asumió que la Argentina tiene “problemas de arrastre” y dijo que el PBI, desde el punto de vista industrial está 25 puntos más abajo que en 1974. “No es para deprimirnos, es para alentarnos hacia dónde queremos ir”, dijo y pidió alcanzar estabilidad macroeconómica, acceso al crédito internacional para acceder a insumos para equiparse, equilibrio fiscal, superávit comercial, simplificación jurídica y administrativa, formalización de la economía y un modelo de respeto a los derechos laborales que incluya a los que están en la informalidad.
Además, se mostró comprometido con la formación profesional para generar una nueva cultura laboral de la industria 4.0 y, en ese marco, aseguró que confían “plenamente” en que el Gobierno resolverá “de la mejor manera” el problema de la deuda externa.
“La agenda industrial no propone grietas”, agregó y explicó que “no importa cada industrial qué decide políticamente, a quién vota, lo que tenemos en común es un proyecto de país donde la industria tenga un rol protagónico”.
El Gobierno sin anuncios
A continuación, el presidente Alberto Fernández aseguró que “estamos ingresando a un nuevo tiempo, la industria es la vanguardia de la recuperación económica. De eso, no tengo dudas”.
En su discurso Fernández repasó los esfuerzos del Estado para brindar asistencia durante la pandemia y aseguró que “a pesar de todas esas debilidades, que nuestro país padecía pudimos generar el mayor salvataje productivo de nuestra historia, que fue la asistencia de emergencia al trabajo y la producción (el ATP) y aún hoy seguimos asistiendo a los que siguen en la emergencia, con los REPROS. Ambos programas son un ejemplo, junto a tantos otros, de cómo pensamos la relación entre el Estado, la producción y el trabajo”.
En ese sentido, cuestionó a quienes afirman que “la producción no necesita del Estado, o peor aún, que el Estado es un obstáculo a la producción desconocen o quieren esconder algo que es fundamental”. “Todos los procesos de desarrollo sostenible requieren de un Estado activo, de un Estado inteligente, de un Estado presente que contribuye y potencia todos los sectores públicos”, explicó y pidió “constituir una comunidad, en la que todos y todas, puedan desplegar sus proyectos profundizando la convivencia democrática y garantizando el desarrollo social en su plenitud”.
Luego de repasar datos positivos de la economía se enfocó en el sector agropecuario: “El campo también es crecimiento”, dijo y destacó que “la producción de maquinaría agrícola se duplicó en comparación al 2019 y se perfila ser la mayor del país”.
En ese sentido señaló que es resultado de las iniciativas del sector privado y de las políticas públicas. “Cuanto más logremos los argentinos que se articulen virtuosamente ambas dimensiones más rápido alcanzaremos el futuro que deseamos”, agregó.
Un guiño al sector que exige dólares
Frente a un auditorio colmado de empresarios de todo el país, Fernández aprovechó para destacar que “siempre que la Argentina crece necesita divisas”, y dijo que “cuidando nuestras divisas sustituimos importaciones en autos, en electrodomésticos, en productos textiles y en otros rubros”. Como ejemplo, contó que al inicio de su gestión encontró que, en el 2019, 27 de cada 100 autos patentados eran de fabricación nacional y 73 eran importados, mientras que, en la actualidad 54 de cada 100 autos patentados son de fabricación nacional.
Enseguida, repasó los 6 proyectos que el Poder Ejecutivo nacional envió al Congreso este año, para promover la producción de hidrocarburos, del complejo agro-bioindustrial, el Compre argentino, que “favorece a las Pymes y a las cooperativas”, agregó; a los que se suman los de desarrollo del cannabis industrial, la movilidad sustentable y la industria automotriz.
“Así seguimos impulsando la industria del conocimiento y la industria 4.0, cada uno de estos proyectos es el resultado del diálogo entre todos los sectores”, añadió Fernández.
Además, en un claro gesto con el sector productivo, que demandas divisas para adquirir maquinaria o insumos en el exterior, el presidente puso énfasis en la protección de la industria nacional al expresar que “no podemos recaer en visiones anti-industriales, no podemos recaer en aperturas indiscriminadas de la economía que destruyen a la industria nacional”, y cultivó aplausos del auditorio.
Firme, tras haber cautivado también el voto de confianza de la UIA de cara a la negociación de la deuda con el FMI, agregó: “no podemos recaer en políticas de endeudamientos irresponsables; no podemos recaer en políticas que ven al trabajo, a los derechos sociales como a un obstáculo; necesitamos comprender que el aumento de la productividad y la competitividad nunca pueden ser a costa de los ingresos ni de los derechos de los argentinos y argentinas”.
Sin embargo, postuló que el Gobierno será “muy exigente” en el cuidado de los precios de los consumos masivos y aseguró que le preocupa “el aumento irracional de los alimentos, aun sabiendo que hay factores exógenos que inciden”. Al precio de los alimentos sumó el de los insumos de la construcción y apuntó que será “inflexible” con quienes se abusan en este contexto.
Para cerrar la Conferencia anual de la central industrial más representativa del país, y luego de agradecer a sus autoridades por la invitación, el Presidente dijo que “la sociedad argentina necesita que esta recuperación económica llegue a todos los hogares” y aseguro que en la segunda etapa de su gestión pondrá “toda la atención” en enfrentar el problema de la pobreza y de la exclusión, “pues sigo creyendo –como dije el primer día– que, en esta hora, primero están los últimos”, afirmó. |