Otra trágica situación se reportó desde el Barrio Ludueña, ubicado en la Zona Norte de Rosario, donde dos hechos posiblemente vinculados sucedieron alrededor de las 21:15, con poca diferencia de tiempo entre ambos: un niño de 8 años y un hombre de 36 resultaron heridos de bala y se investiga si ambos ataques fueron ejecutados por dos hombres que se movilizaban en una moto y abrieron fuego al paso.
Así lo informaron fuentes policiales, que según investigaciones realizadas hasta el momento, el menor se lastimó cuando salía de su casa junto a un amiguito para ir a jugar al fútbol y fue alcanzado por un proyectil disparado por un hombre que conducía una moto junto a un cómplice más, que pasaban por el lugar en ese momento tirando con un fusil a discreción. El menor fue trasladado por sus padres al hospital de Niños -Zona Norte- donde los médicos constataron que presentaba una herida de arma de fuego del lado izquierdo del tórax, por lo que se encontraba internado, aunque en estado estable, añadieron los voceros, sin embargo, la situación sumó un elemento más.
Casi al mismo tiempo, y proveniente del mismo barrio, ingresó al hospital de Emergencias HECA un hombre, identificado como Ariel Alberto B. (36), quien presentaba una herida de arma de fuego en la zona del abdomen con orificio de entrada y salida, por lo que quedó internado, y su estado también era estable. En este caso, la investigación esclareció que el hombre fue herido cuando estaba en la vereda de un negocio y pasó una moto con dos hombres a bordo y abrieron fuego al paso.
El relato coincide y, además, el hecho se produjo a pocas cuadras del primer ataque donde fue herido el menor por lo que se sospecha que los ataques podrían haber sido ejecutados por los mismos tiradores.
La guerra narco no frena
Este relato que no tuvo fatalidades no fue el primer episodio violento del año. Sólo el primer mes de 2022 se registraron veintisiete homicidios en el departamento santafesino de Rosario como consecuencia de enfrentamientos y ajustes de cuentas entre bandas que se dedican al narcotráfico.
El sábado 29 de enero una beba de un año y medio y sus padres fueron acribillados cuando salían de un casamiento. La descripción del caso fue brutal: fueron atacados a tiros desde una camioneta cuyos ocupantes luego habrían quemado el automóvil de las víctimas. Los muertos fueron identificados como Maximiliano Giménez, que se dedicaba a la venta de productos de panadería, su hija Elena y Erika Vanesa Romero.
El domingo 30 un joven de 19 años y una mujer de 67 fueron baleados. El lunes 31 un adolescente de 15 años fue asesinado a tiros por los ocupantes de un automóvil que le dispararon cuando estaba con dos amigos, que resultaron heridos.
Las fuerzas policiales y las instituciones públicas también son objetivos. No muchos días antes del triple crimen, más precisamente el 23 de enero, se produjo un asalto intimidatorio en la oficina rosarina de Asuntos Internos del Servicio Penitenciario de Santa Fe. Desde una motocicleta, personas armadas dispararon contra la fachada en plena madrugada. El secretario de Asuntos Penitenciarios, Walter Gálvez, había relacionado el ataque con la detención de Uriel “Lucho” Cantero (18), hijo del exlíder de “Los Monos”, Claudio “Pájaro” Cantero, asesinado en mayo de 2013.
Patricio Saldutti, fiscal de turno de homicidios dolosos de Rosario es quien mantiene la investigación del doble crimen más reciente, en curso. Por el momento, los dos casos están siendo tratados como tentativa de homicidio y las órdenes del fiscal apuntan a determinar la mecánica de los mismos e identificar a los atacantes. |