Las autoridades de Scotland Yard lanzaron la "operación Grange" cuatro años después de la desaparición de Maddie. Pero a pesar de exhaustivas búsquedas y diversas investigaciones policiales, la niña nunca apareció y nunca se supo qué ocurrió. Luego de 11 años, el caso se cerrará a la brevedad, sin saber qué pasó con y sin detenidos ni acusados.
Hasta ahora, según los medios británicos, el costo de la investigación alcanzó los 15 millones de dólares. Pero, según se informa, la "operación Grange" se va a disolver en poco tiempo. La investigación había dado el año pasado un aparente giro, cuando se reveló como principal sospechoso a Christian Brueckner, un abusador convicto.
El fiscal alemán Hans Christian Wolters había afirmado que los investigadores estaban "100 % seguros" de que Christian Brueckner, principal sospechoso en el caso de Madeleine McCann, la niña desaparecida en 2007 en Portugal cuando tenía tres años, era el culpable. "Estamos seguros de que tenemos al hombre que la secuestró y la mató", reiteró Wolters.
Brueckner cumple desde 2019 una condena de siete años en una cárcel alemana por la violación de una mujer estadounidense de 72 años. El fiscal señaló que esperaban entablar cargos en su contra el próximo año. No obstante, aclaró que aún hay preguntas por responder y esperaban construir un caso más sólido para "acusarlo con la mejor evidencia posible".
Se dice que trabajó en varias ocasiones en departamentos de vacaciones cercanos al lugar donde desapareció Maddie. Pero el sospechoso, sobre el que la policía afirmó tener "pruebas concretas", nunca fue acusado por su desaparición. Y ahora hay crecientes dudas de que lo sea alguna vez.
La pequeña “Maddie”, cuya imagen dio la vuelta al mundo, desapareció de su habitación el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz, donde estaba de vacaciones con su familia. Su desaparición, poco antes de su cuarto cumpleaños, el 12 de mayo, desencadenó una extraordinaria investigación y una cobertura mediática internacional. Pero nunca se ha encontrado ningún rastro de la niña, a pesar de la identificación de Brueckner como principal sospechoso en Alemania.
En ese entonces, los detectives investigaron si el violador convicto había trasladado a Madeleine a Alemania desde Praia da Luz. Las pruebas incluían una “confesión que Brueckner hizo a un amigo y un análisis telefónico que muestra que estaba en el Ocean Club cuando la niña desapareció. “Son pruebas circunstanciales, no tenemos pruebas científicas. Si tuviéramos un vídeo del acto o una foto de Madeleine muerta con Brueckner en la cámara, no habríamos tenido que hacer un llamamiento público”, explicó el fiscal.
El sospechoso vivía en una camioneta cerca de Praia da Luz cuando Madeleine desapareció. La policía británica y alemana tuvo conocimiento de él como por primera vez en 2017, pero no lo hizo público hasta el pasado mes de junio. Los investigadores afirmaron que testigos clave en Alemania y Portugal lo vincularon con el caso.
La noticia más reciente en torno a Brueckner la reportó el medio alemán RTL, desde donde aseguraron que tuvieron acceso a una serie de chats que intercambió el acusado con otro usuario de Internet.
Las conversaciones las mantuvo bajo el pseudónimo “madness-der-holger” y en ellas reveló que deseaba “capturar algo pequeño y usarlo durante días, eso es todo”. Asimismo, aseguró que si conseguía ese “pequeño”, haría muchas películas. A modo de respuesta, su interlocutor le dijo: “Oh, si las pruebas se destruyen después”.
De acuerdo con RTL, los investigadores a cargo del caso ya tenían conocimiento del perturbador intercambio entre Brueckner y otro pedófilo. Las autoridades dieron con los chats cuando, en 2015, la novia del acusado lo denunció por violencia y debieron registrar la casa. En la redada, descubrieron los ya mencionado chats, varias cámaras de videos y tarjetas de memoria que contenían horas de horripilantes grabaciones de pornografía infantil.
El caso de Madeleine McCann no es el único en proceso de investigación en el que el pedófilo alemán es considerado como posible culpable. Al mismo tiempo, intentan averiguar el rol que cumplió el alemán en la violación en 2004 de Hazel Behan, una turista irlandesa, en Praia da Rocha; la agresión sexual de una niña de diez años en 2007 y el abuso de cuatro niños en un festival en São Bartolomeu de Messines, en 2017.
Madeleine desapareció la noche del 3 de mayo de 2007 de la habitación en la que dormía con sus hermanos Amelie y Sean, apenas bebés. Sus padres, Kate y Gerry McCann, cenaban con unos amigos en un restaurante del complejo y aseguraron a la Policía que se turnaban para vigilar a sus hijos. En una de esas visitas, se descubrió que Maddie ya no estaba.
Tras más de una década de búsquedas sin resultados, las autoridades británicas, portuguesas y alemanas anunciaron que la nena británica que desapareció hace 15 años, cuando tenía 3 años y estaba de vacaciones con sus padres en Portugal, está muerta.|