A modo de justificación y dejando sentado en el historial policíaco, Berni dijo que el oficial hizo “todo mal” y pidió “profesionalizar a la policía”. Serios incidentes acompañaron la furia de quienes perdieron a Luciano Olivera, un joven de 16 años que fue perseguido por la patrulla policial mientras iba en su moto y minutos después fallecía a causa de un tiro en el pecho.
Sin justificativo aparente, Berni aseguró que “en una situación así no hay mucho para decir más que asegurar que sea un proceso transparente y expeditivo ante semejante desgracia", mientras la manifestación pacífica que se llevaba adelante en la ciudad balnearia, cambio de tenor y los vecinos comenzaron a arrojar piedras y cascotes que sacaban de las veredas y bombas molotov. En tanto los policías respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos. Con el correr de los minutos y sin dejar de aplaudir, comenzaron los gritos de "asesinos" e insultos de todo tipo.
“Lo mataron como un perro y fue perseguido por los policías”, señaló Solange, una de sus tías dej joven y agregó: “la persona que disparó ya lo había corrido un par de veces porque le tenía bronca. Estaba drogado y alcoholizado”. Sin embargo, los peritajes toxicológicos realizados al oficial dieron negativos.
La palabra "inexplicable" sobre el accionar del oficial invadió los labios de Berni: "Dijo que se le disparó el arma y en ese momento fue detenido por los propios compañeros. No hubo intento de proteger a nadie ni tapar pruebas".
Consultado sobre una versión que indica que tanto el oficial como Luciano se conocían del barrio, Berni dijo desconocerlo: "No puedo afirmarlo ni negarlo", aunque aclaró que según pudo averiguar, el policía acusado "no era parte de la persecución inicial y que estaba en otro móvil a 20 cuadras y no sabía quién iba en la moto".
Luciano Olivera había empezado de festejo en una cena de fin de año celebrando sus logros deportivos junto a sus compañeros. Más tarde, se fue a jugar a la pelota al anfiteatro "Lolita Torres". Un par de horas después, a eso de las 3 de la madrugada, se subió a su moto Yamaha 125, saludó y se fue por calle 26 hasta avenida 9. Sus amigos iban unas cuadras más atrás. Cuando Luciano tomó la avenida 9, a la altura de la calle 34, se topó con una patrulla, con cuatro policías. Allí fue asesinado, de un tiro en el pecho.|