No es la primera vez, que los vecinos del partido bonaerense piden mayor seguridad debido a la cantidad de delincuentes que perpetran las calles y vuelven insegura la zona. Esta vez, fue el turno de Roberto Sabo, un comerciante de 48 años de Ramos Mejía y padre de dos pequeños que no tiene un día más para contar el cuento.
En la tarde del domingo lo asaltaron en su local, una pareja, que le dispararon a la cabeza e intentaron huir en un Ford Focus color negro a un remisero a punta de pistola y, luego, una moto a un delivery: no llegaron muy lejos y los detuvieron luego de que ingresaran a un comercio para intentar despistar a sus captores.
El asesino de Sabo, Leandro Súarez, de 30 años, se negó a declarar al ser indagado por el fiscal Federico Medone, pero antes de terminar la audiencia se puso a llorar y le dijo: “por favor señor fiscal no me pida la prisión perpetua, me quiero morir”. Imputado de los delitos de homicidio criminis causae, robo calificado, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil agravados por la participación de un menor, continuará detenido. Había recuperado la libertad en agosto del año pasado tras haber cumplido una pena de prisión de cinco años y diez meses por hurto agravado.
Mientras tanto, vecinos efectuaron una protesta realizada por más de cien vecinos que se concentraron frente a la Comisaría 2° de Ramos Mejía, a 300 metros de donde mataron este domingo a Roberto. Entre el dolor y la bronca, Pedro el padre de la víctima, dijo: “Nunca pensé que me iba a pasar esto. Me arruinaron la familia. Nunca más puedo vivir tranquilo. Quiero agradecer a Alberto y a Cristina, que largan a los chorros, a todos los asesinos, a los matones, a matar gente buena a la calle. Gracias Alberto y gracias Cristina. Y gracias Guillermo Moreno”.
Repudiando la protección que la policía otorga a los delincuentes, refrendó la polémica frase de Susana Giménez: “Al que mata hay que matarlo, pena de muerte a los delincuentes’”, y pidió la pena de muerte para quienes le arrebataron a su hijo: “hace 40 años que trabajo en la misma cuadra. No sé qué decir. Nunca pensé que me fuera a pasar esto. Quisiera cortarle las manos a quien vote por Alberto y por Cristina”.
La indignación sobre la inseguridad que pondera la zona se siente en el ambiente y los vecinos se hicieron oír: “Para la foto están, pero la prevención nada”, dijo uno de ellos. Mientras tanto, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se deslindó de responsabilidades y remarcó que "hay problemas relacionados con la autoridad y el orden", que exceden a la prevención del delito.|