"Lupe denunció a Ricardo Bussi más de once veces. Ratificó, tuvo que contar una y otra vez la historia. Nos piden que vayamos a la Justicia, pero no hacen nada. No solo eso, sino que recibió amenazas del comisario Ramón Ardiles", explicó Fardin en un video que difundió en su cuenta de Instagram. Además de explicar la situación de la joven, también compartió una de las tantas amenazas recibidas por parte del comisario.
La mujer de 26 años denunció por abuso sexual y usurpación de identidad al legislador Ricardo Bussi, pero la Justicia de Tucumán no investigó el caso y la joven, además, recibe constantes amenazas. En Tucumán, Ricardo Bussi se mueve como en una casa propia, con muchos manejos y es conocido en toda la provincia que el hijo del ex militar genocida hace del machismo una práctica habitual.
"Tenemos miedo de que sea una desaparecida más en democracia", afirmó el abogado Salvador Iovane cuando explica el estado en el que está la causa de “Lupe” (su verdadera identidad se mantiene bajo reserva), la mujer de 26 años que el mes pasado denunció a Bussi por abuso sexual.
La denuncia que hizo la mujer a principios del mes pasado contiene dos acusaciones en una: por un lado, la de delito sexual con acceso carnal contra Bussi y, por el otro, la acusación que había llevado a Lupe hasta la Legislatura el día del abuso: una usurpación de identidad.
Según consta en la denuncia, el partido de Bussi había hecho con los datos personales de la joven para abrir una cuenta bancaria de más de medio millón de pesos. Desde el Gobierno tucumano ni ningún sector de la Legislatura de la provincia se pronunciaron respecto a la denuncia que pesa sobre Bussi.
Alejandra del Castillo, integrante del Plenario de Trabajadoras Tendencia y del colectivo Ni Una Menos en Tucumán, cuenta que la Justicia tardó diez días en dar lugar a la denuncia y que, ante el pedido de protección a la víctima, enviaron a la propia policía provincial, cuando el abogado había pedido explícitamente que esta institución sea apartada de la causa.
"Todo esto no es una omisión sino una cuestión de respaldo político a Bussi, porque él tiene un peso no solo por ser hijo del genocida, sino también porque es aliado del Gobierno provincial en la Legislatura tucumana: si bien en las elecciones estos dos partidos van por separado, Bussi es una pieza clave que tiene el oficialismo para votar de manera conjunta", puntualizó.
"Lupe" sufrió un infierno en Tucumán y se reunió con el acusado por una denuncia de usurpación de identidad pero ahora debe estar escondida al igual que su hija. "Me abusaron en la Legislatura después de que denuncié a estas concejales. Le avise a Bussi lo que pasaba. Él estaba fuera del país me dijo 'andá el 11 de mayo'", explicó la mujer de 26 años cuyo nombre real se mantiene en reserva.
Luego contó que Bussi le aseguró que le "iba a solucionar todo esto". En ese sentido, agregó: "Me habían amenazado con que se iban a llevar a mi hija a Bolivia, entraron a mi casa. Estoy en Buenos Aires porque me quisieron secuestrar el lunes pasado". Mientras tanto, "Lupe" advirtió que la Justicia en Tucumán no investiga y que debe vivir escondida por las amenazas que sufre.|