La referente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, fue condenada a la pena de tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo, acusada por el escrache que sufrió en 2009 el actual gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
Sala actualmente cumple arresto domiciliario por daños en el marco de una pena de tres años, pero la Cámara de Casación ordenó en 2017 revisar el fallo y dictar un nuevo veredicto, agregando el delito de amenazas. El fallo que impuso la nueva pena fue dictado por el tribunal oral federal de Jujuy integrado por los jueces Alejandra Cataldi, Héctor Juárez Almaraz y Liliana Snopek.
Morales, como querellante, había pedido que la condena fuera de siete años y de cumplimiento en el penal federal de General Güemes, en la provincia de Salta. La condena tuvo lugar en momentos en que la agrupación Tupac Amaru y la propia Sala presionan al Gobierno para que interceda en su situación judicial, frente a lo cual el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, pidió que "la Corte Suprema de Justicia revise" su caso.
El fallo además impuso la pena de tres años y seis meses a María Graciela López como coautora de daño agravado y amenazas coactivas, y la pena de dos años y un mes en suspenso a Ramón Salvatierra.
Sala fue condenada como instigadora del episodio ocurrido el 16 de octubre de 2009 contra Morales, quien en ese momento era senador nacional y denunció haber sufrido un ataque cuando estaba acompañado del ex auditor general de la Nación Leandro Despouy, de Alejandro Nieva y del diputado nacional Miguel Ángel Giubergia en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy.
Morales sostuvo que Sala ya lo había amenazado antes, en dos ocasiones, por sus críticas a la asignación discrecional de licencias de radios FM a organizaciones sociales que respondían al Gobierno.
Los miembros de la Auditoría General de la Nación habían concurrido al Consejo de Ciencias Económicas para disertar sobre el control de los fondos nacionales que se transferían a la provincia para las organizaciones sociales. En ese momento, llegó al lugar un grupo de entre 10 y 20 jóvenes, comandados por Salvatierra y María Graciela López, que ingresó de manera violenta, rompiendo los vidrios del frente del edificio, arrojando huevos, piedras, sillas, mesas, abrochadoras, perforadoras y cajas con documentación, según la denuncia.|