Dos monjas denunciaron por abuso sexual al detenido sacerdote Manuel Pascual, quien está en etapa de juicio por otros hechos que tuvieron como víctimas a religiosas de la congregación Hermanas de San José que él dirigía. Ante las nuevas denuncias, que se suman a otras varias ya presentadas, el fiscal de instrucción Eduardo Cubría solicitó las indagatorias y el juez Edmundo Rabbione lo interrogó a Pascual por abuso sexual.

El sacerdote, quien está preso desde 2019, se encuentra a la espera de juicio por otros tres casos denunciados uno de los cuales fue tipificado abuso sexual con acceso carnal agravado por ser ministro de culto. El caso más estremecedor es el de una religiosa que habría sido víctima de abusos sexuales al menos entre 2012 y 2016 en las instalaciones de la Congregación en Ernesto Bavio 2816, en Núñez.

Los abusos denunciados no sólo fueron en ese lugar sino también en un campo en la localidad de Capitán Sarmiento, provincia de Buenos Aires, donde Pascual ofrecía retiros espirituales en "La Ermita". Por los primeros casos denunciados, el Tribunal Oral Criminal 3 está a la espera del juicio y debe fijar fecha de inicio pero mientras tanto otras dos religiosas se presentaron a acusarlo por abuso sexual.

Uno de los casos denunció abusos en La Ermita y en la congregación entre 1996 y 2005, y el otro de una religiosa que habría sido víctima de abuso sexual entre 2001 y 2005 durante su etapa de formación y teniéndolo a Pascual como director espiritual. Ante estas nuevas denuncias, la justicia indagó a Pascual y ahora sus abogados pidieron la prescripción por el paso del tiempo.

Los hechos

Pascual está camino a juicio oral ante el Tribunal Oral Criminal 3. Uno de los casos es por abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual gravemente ultrajante por su condición de ministro de culto. Pero también fue denunciado por otras tres monjas, tres de las cuales hablaron de abusos en 1996 y 1997. Otro sacerdote declaró que lo obligaba a hacer prácticas sexuales con una monja treinta años atrás.

Una de las monjas recuerda que una noche terminó durmiendo un rato en la cama del cura esté la tomó de la mano y así pasaron juntos hasta el amanecer: “A mí me tocó ir en septiembre de 2016 a la noche me invitó a cerrar la tranquera de la casa estaba todo oscuro en un momento determinado me tomó tan fuerte de la mano que no pude soltarme Sentí mucho miedo de relatado otras de las religiosas”.

Cuando las víctimas lo encaraban, esté solo se quedaba callado o las acusaba de que ellas estaban enamorados de él: “una vez que yo le pregunté si estaba enamorado de mí, pero él no decía nada, me confundía, decía que yo sí estaba completamente enamorada de él. Es un psicópata”

Las víctimas aseguran que le contaron lo sucedido a la madre superiora, pero ésta no hizo nada que incluso insinuó que se dejaban abusar: “una vez le rogué a la madre superiora que no me mandara el campo con el sacerdote y me volvió a llamar, me dijo que dejará que pase lo que tenía que pasar, que el padre era bueno”.

Las mujeres hicieron la denuncia tanto penal como clerical donde dicen que se sintieron re victimizadas por las autoridades tanto civiles como religiosas: “Hicimos la denuncia civil y la denuncia canónica. Hace poco me llamaron a declarar como si esto fuera un complot, nos preguntaban que ganamos nosotras”

El cura, además, les hacía firmar a las monjas recibos de sueldo cuyo dinero ellas nunca cobraban y nadie sabe qué hacía con ese dinero. Pascual pidió la prisión domiciliaria en su momento pero fue rechazada, incluso con apoyo de la Iglesia. Se propone su alojamiento en el Hogar Sacerdotal “Mons. Mariano Antonio Espinoza”, perteneciente al Arzobispado de Buenos Aires, ubicado en la calle Condarco 581 de esta ciudad con el aval de su “sometimiento a proceso” del Cardenal Mario Aurelio Poli.

Si bien padece hipertensión arterial y trastornos prostáticos, los informes del Cuerpo Médico Forense y del Complejo Penitenciario Federal I dan cuenta que puede ser perfectamente tratado en la prisión.

En el primer caso, la víctima denunció abusos entre 1996 y 2005. La segunda víctima denunció abusos entre 2001 y 2005 durante la etapa de formación religiosa y cuando Pascual era su director espiritual. Por ambos hechos, el fiscal Eduardo Cubría pidió la indagatoria y el juez Edmundo Rabbione ya lo indagó a Pascual en mayo por abuso sexual. |