Las Abuelas de Plaza de Mayo, que hace 45 años buscan a niños apropiados ilegalmente durante la última dictadura (1976-1983), renovaron su esperanza de hallar a los cerca de 300 nietos que siguen buscando al concretar dos nuevas identificaciones en solo una semana.
Tras anunciar el pasado jueves la identificación del "nieto 131" luego de tres años y medio sin búsquedas resueltas, las Abuelas informaron este miércoles de que han logrado restituir su verdadera identidad a otro nieto, el 132.
Se trata de un hombre de la provincia de Tucumán que en 2004 había iniciado la búsqueda de su identidad, luego de que sus hermanos de crianza, tras la muerte de sus padres, le revelaron que no era hijo biológico de estos y le entregaron su documento de identidad original.
Tras un largo proceso, un juzgado le confirmó que no es hijo de la familia que lo crió como propio en Tucumán, sino de Mercedes del Valle Morales, detenida y desaparecida por el régimen militar en 1976, y de un hombre cuya identidad se desconoce.
Mercedes del Valle Morales trabajaba en la finca propiedad de la familia de crianza del "nieto 132".
Con 21 años, fue secuestrada junto a parte de su familia, el 20 de mayo de 1976 en la localidad tucumana de Monteros y su hijo, de apenas 9 meses, estaba el día del operativo en el que también secuestraron a sus abuelos, Toribia Romero de Morales y José Ramón Morales.
Cuatro días después secuestraron a sus tíos José Silvano Morales, Juan Ceferino Morales y Julio César Morales, todos desaparecidos.
Fue una tía abuela materna, Máxima Rita Romero de Morales, quien, con el retorno de la democracia en 1983, denunció la desaparición de toda la familia.
Gracias a estudios de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, en 2008 el nieto pudo constatar que Mercedes del Valle Morales era su madre, como figuraba en su DNI.
Tiempo después el Equipo Argentino de Antropología Forense logró identificar los restos de Mercedes en el Cementerio Norte de Tucumán.
El nieto 132
Juan José Morales, el nieto 132 que recuperó su identidad, aseguró que conocer su verdadera historia "fue un camino difícil" pero "tuvo su recompensa”.
"Son muchas sensaciones: fue un camino difícil, pero tiene su recompensa. Llegué a conocer mi identidad y recuperar lo que en su momento me quitaron", aseguró Juan José en declaraciones a El Destape Radio.
"Es muy bueno recuperar la identidad y estoy muy agradecido por todo el apoyo que recibí desde que comencé con esto. Seguramente no seré el ultimo nieto y vamos a seguir hasta encontrarlos a todos", subrayó.
Juan José recordó que lo primero que supo fue quién era su madre y que, gracias a eso, pudo conocer a su familia materna "desde hace más de trece años" aunque aún busca la identificación de su padre biológico y "toda la información" posible sobre su madre.
En ese sentido, llamó a que todas las personas "que tienen dudas que busquen las respuestas porque vale la pena" y sostuvo que "sería bueno que los que tengan información se acerquen a brindarla" aunque sea de forma anónima.
"Hay mucha gente que mantiene aún el silencio en muchas cosas porque es un tema difícil y muy doloroso. Eso uno lo entiende, pero vamos a seguir luchando con paciencia, tratando de que la ansiedad no nos gane y sin bajar los brazos", subrayó.
Y completó: "Las Abuelas son mujeres luchadoras por conocer la verdad de tantas personas, por encontrar a sus nietos y a sus seres queridos que la historia negra del país les arrebató. Es la lucha de muchos y estoy muy agradecido con ellas por todo lo que me han ayudado".
Búsqueda del padre
Al joven aún le faltaba constatar si quien le inscribió como hijo propio era verdaderamente su padre.
Dado que el hombre ya había fallecido, la filiación solo podía comprobarse o descartarse mediante una exhumación del cuerpo del supuesto padre, lo que requirió de la intervención judicial.
Finalmente, las pruebas de ADN arrojaron que el joven no es hijo de quien lo crió y le confirmó este miércoles "que efectivamente fue víctima de sustracción, ocultamiento y sustitución de identidad en el marco del terrorismo de Estado", informaron las Abuelas de Plaza de Mayo en un comunicado.
"La causa seguirá abierta para continuar con la investigación sobre el papá del nuevo nieto", indicó la organización.
Renovadas esperanzas
El anuncio dictado ayer se suma al del jueves 22 de diciembre, la identificación del "nieto 131", un hijo de desaparecidos por el régimen militar.
Las Abuelas señalaron que, a pesar del dolor que trae cada una de estas historias, siguen "celebrando la vida" con la alegría que les da la "conquista de la verdad" y renovaron sus esperanzas de "un 2023 con más encuentros, con más verdades e identidades".
Estas mujeres son conscientes de que el tiempo no se detiene y que ya han tenido que despedir a compañeras que murieron sin lograr el buscado abrazo con sus nietos, unos 300 hombres y mujeres que hoy rondan los 45 años.
No obstante, rescatan una lucha que no ceja y que en los últimos cuatro años -dos de ellos en pandemia- incluyó el análisis de casos de unas 2.000 personas con dudas sobre su identidad que se acercaron a las Abuelas y de cerca de otros 400 tramitados en la Justicia.