“Me llamo Manuel, tengo 41 años, llevo 8 años casado. Hace año y medio mi mujer comenzó a tener relaciones violentas conmigo. Un 14 de abril, cuando volvía del trabajo tuvimos una discusión relacionada con mis padres y cómo ponerles ciertos límites. Ese día los gritos e insultos habituales se convirtieron en golpes y puñetazos sobre mi cara, mi estómago. Los únicos pensamientos que pasaban por mi mente eran: ni se te ocurra tocarla, ni se te ocurra tocarla... Me fui al hospital y me realizaron un parte médico que evidenciaba las lesiones en el cuello, estómago y brazos”.
El testimonio de Miguel es uno de los tantos que rondan en el ámbito cotidiano. Otros suelen declarar que tras las separaciones de sus ex parejas, están deciden prohibirles ver a sus hijos e inclusive se mudan sin dar aviso. Casos como abundan, en menor medida, pero reflejan una realidad paralela dentro de la violencia doméstica.
La violencia de género es el nombre que se le da al tipo de violencia física o psicológica que impacta de manera negativa sobre la identidad, el bienestar social, físico o psicológico, que se diferencia de otros tipos de violencia porque implica que está dirigido hacia la mujer. Tanto las Naciones Unidas como Human Rights Watch comparten este término para distinguir la violencia común (entendida como agresión de un individuo a otro), de aquella que se dirige a un grupo en particular (las mujeres).
En España, por ejemplo, el término violencia de género se utiliza exclusivamente para la atención a mujeres víctimas de maltrato por parte de un hombre, al revés es considerado un caso de violencia doméstica, lo que supone legalmente una pena inferior. Sin embargo, un informe del 2011 arrojó que 7 hombres murieron asesinados por sus parejas o exparejas frente a las 62 mujeres en ese mismo periodo. El 25% (1.408) de las denuncias de violencia doméstica correspondía a hombres maltratados por sus parejas.
La diferencia radica en que el hombre no denuncia. ¿Pero por qué no lo hace? Desde la falta de recursos jurídicos que lo respalden a los problemas de credibilidad, apoyo familiar y el miedo al ridículo y la vergüenza., son algunos de los motivos por los que no accionan contra el maltrato. Si pensamos por un momento que un amigo o un familiar nos dice que está recibiendo maltrato físico o psicológico, ¿le animaríamos a denunciar o por el contrario le pediríamos que no se metiese en ese lío?
El Reino Unido lanzó una campaña contra la violencia doméstica llamada "Violencia es violencia", que muestra las diferentes reacciones cuando un hombre agrede a una mujer y viceversa, pudiéndose encontrar en este segundo caso como puede llegar a producirnos risa una situación de este tipo.
Perfil psicológico del hombre maltratado
- Baja autoestima y poca validación de sí mismos.
- Buscan la aprobación de su pareja de forma habitual.
- Su pareja puede ser para ellos como una madre que castiga de forma "normal".
- Puede haber sufrido maltrato de pequeño o haberlo visto en la familia.
- El amor es entendido exclusivamente como sacrificarme por el otro. Podemos entender que el querer al otro implica muchas veces sacrificios, implica DARSE, pero el matiz es que lo haga desde CUIDARSE.
- No sabe cómo salir de esa relación.
- Idealiza o sobrevalora a su pareja.
- Presenta síntomas de estrés, ansiedad, problemas somáticos como dolores de cabeza, de estómago...
- A menudo se distancian de sus amigos y familiares.
¿Qué puedo hacer si sufro maltrato?
Actualmente no existe un protocolo como en el caso de la violencia hacia la mujer, pero podemos dar estos pasos en función de lo que necesitemos. Debemos tener presente en qué caso nos encontramos para tomar una decisión u otra.
- Actuar desde la primera vez que ocurra. En el caso de que observe que empiece la agresión en forma de gritos, insultos, humillaciones o golpes, comunicar a mi pareja cómo me estoy sintiendo, ponerle límites: No voy a aceptar que me insultes, no puedes pegarme, me siento que me desprecias en público y me hace sentir mal, necesito que cambies esto. Es necesario que no esperes a la segunda o tercera vez que ocurra. Como has visto esto es más habitual de lo que podías pensar.
- Si tras hablarlo con tu pareja o si te resulta imposible poder hablarlo con ella busca apoyo en alguien cercano. Comunicarselo a algún familiar o amigo te va a ayudar para buscar apoyo emocional. Puede que hayamos pasado a la fase de miedo y necesitemos una ayuda externa. Si somos ese familiar o amigo de la persona que sufre maltrato, escúchale y apóyale.
- Cuando no puedes parar el maltrato, pero tienes miedo de las consecuencias legales, perder a tus hijos, tener que marcharte de casa, consúltalo con un abogado especializado en temas de violencia de género hacia hombres.
- Si has identificado que sufres maltrato por parte de tu pareja, interpon una denuncia por el maltrato sufrido. Con ello ponemos un límite, estamos comunicando a nuestra pareja ¡basta ya!
- Contacta con asociaciones donde puedan ayudarte. Buscar el apoyo de personas que han pasado o están pasando por tu misma situación. Es clave para fortalecerte y romper con esos mitos que has podido crear en tu cabeza.
Debemos tener presente que ser minoría no significa no existir. Todo lo que hemos avanzado en la violencia de género puede ser un impulso para ayudar a los hombres que sufren desde el silencio estas situaciones. No veamos como una imagen normal las bofetadas que da una mujer a un hombre en el cine y en las series de televisión.
La batalla entre Matías Defederico y Cinthia Fernández
Tal parece que Matías Defederico, ex de Cinthia Fernández, se hartó del maltrato recibido por la ex panelista durante tantos años y activo el modo “pasada de factura”. Uno por uno, fue respondiendo en sus redes a todos los ataques que recibió por parte de la madre de sus hijas… pero no fue receptor de las consecuencias. Justo el día en que el ex futbolista debía visitar a sus hijas Bella, Charis y Francesca, tal como estipula el régimen de visitas que acordaron en el Juzgado de Familia, Cinthia se negó.
Es que la bataola inició días atrás cuando la bailarina le recriminó que él estaba tomando alcohol cuando tenía que manejar para llevar las chicas hasta su casa. Después de eso, Defederico se defendió y hasta dijo que su vida era un calvario por culpa de Fernández y las falsas denuncias que hacía.
Rompiendo el silencio, el ex jugador arremetió contra su ex en las redes y subió partes de chats con insultos de parte de Cinthia hacia él y varias fotos como pruebas. "Te voy a contestar una por una porque no me voy a callar más y te voy a sacar la careta porque sos una basura de persona", aseguró.
Desde el comportamiento que mostró Cinthia cuando estaba embarazada hasta la amenaza de muerte que recibió. Todo fue subido a sus stories con capturas: "Sí estuve en el nacimiento de Fran. ¿Te acordás que ese día cagaste a trompadas a tu mamá y rompiste bolsa? Mi papá tuvo que venir a cuidar a las gemelas y yo llevar a tu mamá con las valijas porque la echaste a la calle”. "Sos un villero, hijo de mil puta, les llega a pasar algo y te juro por Dios que te clavo un cuchillo", decía el audio de la ex vedette amenazando contra su vida.
"Hoy como tantas otras veces, vuelvo a pasar los días sin ver a mis hijas. Así aguante cumpleaños fiestas, actos del colegio, y miles de cosas más", agregó. Indignado con la situación, sostuvo: "No voy a hacer más silencio por respetar a la mamá de mis hijas como lo hice tantos años, porque pensé que siendo indiferente iba a pasar. Le erré. Perdí muchísimo tiempo de mi vida y peor aún dejándome, juzgar por gente que me trataba como a la peor mier... del mundo por el hecho de ella hablar todo lo días mal de mí. No me callo más y voy a luchar como lo hice hasta hoy por mis hijas".
Inclusive, el ex mediocampista publicó una charla por WhatsApp que tuvo con la madre de sus hijas, en donde habían coordinado que Defederico era el encargado de pasar a buscarlas para llevar a las tres pequeñas a la colonia: "Ayer quedamos que tienen colonia. Ahora no me deja ingresar a su domicilio a buscar a mis hijas. La guardia no me autorizó por ella. ¿Será por todo lo de ayer?", escribió. Y sumó: "¿Esto no es violencia? Como esta, miles que pasé. No me callo más. Basura. Es mi día con mis hijas".|