Pocas certezas tiene el Gobierno sobre la economía que viene. Dentro de los cabos sueltos que le generan dolores de cabeza a la actual administración, el mayor de todos, la pandemia, signa de incertidumbre el escenario actual y futuro. Dentro de esta coyuntura, sólo hay una premisa que repiten con certeza los funcionarios más importantes del Ejecutivo: "No vamos a devaluar".
Sin embargo, el crecimiento del Blue en las últimas semanas no sólo sembró internas entre quienes toman las riendas económicas del país y ensanchó diferencias entre Martín Guzmán y Miguel Pesce, también generó que la gente retomara viejos hábitos que de a poco había abandonado: 'stockearse por las dudas'.
Al principio de la cuarentena, el temor a cierto desabastecimiento sumado a la prevención de cuidarse del virus, generó que muchas casas optaran por stockearse de mercadería para varias semanas e incluso meses. Con el avance de la pandemia, la gente había retomado de a poco el hábito de volver a los supermercados y abandonar esa práctica. Aunque no duró mucho.
Según la consultora Ecolatina, las restricciones al dólar oficial llevaron a la economía doméstica a optar por el stockeo nuevamente. Ahora no por miedo al virus, sino por expectativas de devaluación. Definitivamente, la pandemia generó cambios en el consumo y las personas desarrollaron también distintos mecanismos de defensa para protegerse de una economía incierta. "La crisis afectó de manera heterogénea a los distintos rubros" asegura Ecolatina.
Cambios a lo largo de la pandemia
El estudio elaborado por la consultora arrojó que el aislamiento impactó positivamente sobre el consumo masivo. La facturación de los supermercados, por ejemplo, creció 10% en términos reales según el INDEC. "Esta dinámica favorable obedeció a dos grandes factores: el miedo a lo que podía venir y la reducción de las opciones de gasto. Por un lado, los temores lógicos a los que indujo la cuarentena en un primer momento motivaron a muchas familias a stockearse, adelantando consumos de mayo-junio a marzo y abril" indicó Ecolatina.
"El gasto destinado a consumos en el hogar que explicaba poco más de la mitad de las erogaciones se elevó a tres cuartos en el inicio de la pandemia, siguiendo las estimaciones del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI)" explica Ecolatina.
Contrariamente, al inicio de la pandemia las ventas de bienes durables se desplomaron: patentamientos de autos y motos se cayeron 70% y 60% en el bimestre marzo-abril. Las ventas de electrodomésticos retrocedieron 35% y la compra de inmuebles, que cayó 90% en marzo-abril.
Según la consultora, esta dinámica cambió en los meses siguientes con la aparición de los rubros exceptuadas y la adaptación a la venta online de muchas empresas.. "Pasado el boom inicial del consumo masivo que trajo la pandemia, sus indicadores empezaron a mostrar algunas señales de retroceso" indicó Ecolatina.