La estafa millonaria se habría producido a través de una importación de soja que nunca ingresó al país, serían 220 mil toneladas que tenían que llegar a través del puerto de Dreyfuss en General Lagos. Sin embargo, el embarcadero se encontraba en desuso y hacía tiempo que no arribaba ningún tipo de carga.
El anuncio de la llegada de la soja fue hecho por el Senasa en 2016. Según el diputado santafesino Carlos Del Frade, las importaciones en los hechos “no figuran o no existen, pero están los registros contables de computadoras o exportaciones que se sobrefacturan”.
La ingeniería del negocio habría redituado en “millones de dólares a favor de las terminales privadas porque van a pagar menos impuestos específicamente por las mismas cuestiones: subfacturación de exportaciones e inversión de importaciones que no se hicieron”. Todo habría quedado “registrado en Senasa a inicios de 2016 evidentemente son millones y millones de dólares”.
Durante una entrevista a Infobaires 24, el legislador apuntó contra el actual presidente del PRO en Santa Fe, Cristian Cunha, quien en ese momento era el titular del organismo estatal pese a que no tenía nombramiento efectivo.
Además de las terminales privadas, “las grandes multinacionales” también habrían sido parte de la estafa”.
Cuatro meses después del anuncio de la importación de soja, Norberto Bardey, responsable de la oficina del Senasa de Villa Constitución, envió una nota al coordinador del Centro Regional de Santa Fe del organismo, Víctor Di Pasquale. Días más tarde, Bardey fue desplazado de su cargo.
La soja que debería haber ingresado al puerto de General Lagos, no lo hizo. Es decir: “sólo existió como asiento contable en computadoras como para que las empresas terminaran ganando el diferencial que les pagaban justamente por la importación de soja en ese momento”.