Inversor inmobiliario de la zona sur de Buenos Aires, Luis Vázquez había llegado a los 80 años con un buen pasar económico y una salud deteriorada. En 2017 finalmente falleció, luego de años de inestabilidad en su condición de salud.

Sin embargo, aquí comienzan las irregularidades: sus únicos herederos, un primo y los hijos, no recibieron nada de la herencia que les corresponde, un patrimonio compuesto por más de 30 propiedades tasadas en 14 millones de dólares. La familia acusa a un empleado de confianza y están en las puertas de un complejo proceso judicial para probarlo y recuperar el patrimonio.

La salud de Vázquez comenzó a flaquear en el 2009. Desde ese año se le otorgó un poder general de administración a Maximiliano Teta, que se desempeñaba como su mano derecha en la inmobiliaria que tenía, “Vázquez Iglesias”, ubicada en la calle Presidente Kirchner, en Ezeiza (que en su momento se llamaba Conquista del Desierto).

En 2016 Vázquez se cayó y se rompió la cadera y, después de un mes de internación, sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) que lo dejó cuadripléjico y con una traqueotomía que lo incapacitó hasta su muerte, en el mes de agosto del año siguiente.

Los herederos legítimos acusan a su Teta, su mano derecha, de haber vendido 34 propiedades a un precio ínfimo mientras el hombre agonizaba. El valor real de los inmuebles ronda los 14 millones de dólares y, para oscurecer la cuestión, los compradores son amigos y familiares del apoderado, personas que según sus ingresos declarados no cuentan con la capacidad económica para realizar esas inversiones. Algunos eran beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).

Otros actores que habrían participado de la estafa

El escribano Andrés Ariel Ringuelt y la abogada Susan Alejandra Pan trabajaron con Vázquez durante mucho con Vázquez y hoy están acusados por acciones ilícitas. Los sobrinos del anciano realizaron una demanda civil y radicaron una denuncia penal donde detallan la trama.

Uno de los abogados indicó que las huellas del entramado se encuentran en toda la causa, haciendo énfasis en que las ventas se realizaron un año antes de la muerte de Vázquez y que el escribano de las 34 operaciones fue el mismo, incumpliendo groseramente con las normativas de la Unidad de Información Financiera (UIF).

Dentro de la demanda se añadió la información, con fechas detalladas y los informes de las tasaciones de los inmuebles reclamados, demostrando que el precio por el que se vendió llegaba a ser 7524%  menor al valor de plaza. Teta habría abusado del poder que tenía, suscribiendo boletos de compraventa y celebrando contratos de locación.

Teta habría visitado asiduamente a Vázquez durante los últimos meses, aprovechando la fragilidad del mismo para efectuar el plan de vaciamiento de bienes.

Ahora, el fiscal Javier Gustavo Martínez, de la UFI 8 de Lomas de Zamora especializada en delitos económicos y violencia, pidió ante el juez de Garantías de Lomas de Zamora Gustavo Graig los informes patrimoniales de los involucrados y el levantamiento del secreto bancario para avanzar en la investigación. De manera paralela, en el plano civil, la familia del anciano abrió otra causa ante el juzgado a cargo de Roberto Jorge Forzati.

El pedido del fiscal Javier Gustavo Martínez, de la UFI 8 de Lomas de Zamora especializada en delitos económicos y violencia, fue concreto: los informes patrimoniales de los involucrados y el levantamiento del secreto bancario para avanzar en la investigación. Quien debe responder a este pedido es el juez de Garantías de Lomas de Zamora, Gustavo Graig. Mientras tanto, la familia del anciano inició una causa civil ante el juzgado a cargo de Roberto Jorge Forzati.|