Anybody es una organización que surgió en Inglaterra, fundada por la activista del body positive y psicoterapeuta Susie Orbach, en el 2002. Actualmente está compuesto por ocho regiones: Londres, Nueva York, Sao Paulo, Irlanda, Sydney, Alemania, Nueva Zelanda y Buenos Aires. El objetivo principal de Anybody es fomentar el interés en activar la conciencia sobre la problemática en torno a la cultura visual y el daño en la propia percepción del cuerpo, para ello La ONG cuenta con un movimiento que se llamado: “Endangered Bodies” (cuerpos en riesgo de extinción) y nace con la idea de promover el cambio cultural en torno a la apariencia física, las relaciones con el cuerpo y la alimentación.
Para conocer más sobre la ONG y sus diversas funciones y acciones, desde este medio nos contactamos con la coordinadora de Anybody en Argentina, Mercedes Estruch. Oriunda de Mar del Plata, es estudiante avanzada en la carrera de Sociología en la Universidad nacional de Mar del Plata, y tiene interés de realizar su tesis de grado sobre "los discursos de empoderamiento de los cuerpos disidentes".
—¿A qué se refieren cuándo hablan de “cuerpos en riesgo de extinción”?
—Cuando hablamos de “Cuerpos en riesgo de extinción” nos referimos a aquellos cuerpos que no cumplen con los mandatos sociales de belleza. La cultura del ideal de belleza empuja a las personas a modificar sus cuerpos y deshacerse de sus particularidades. Gradualmente, lo que termina generando es que las personas pasen a ser iguales o a intentar ser iguales, porque claramente es imposible eliminar la diversidad por completo, pero si discursivamente o visualmente en la representación que se genera en la sociedad, entonces hay una diversidad que se encuentra en riesgo de extinción.
—Anybody es una ONG que milita, entre otras cosas, la ley de talles y su correcta implementación, ¿En qué estado se encuentra actualmente?
—La ley de talles se encuentra igual que cuando se aprobó en el 2019. El contexto de pandemia no ayudó en nada, ya que hizo que quedaran muy relegadas la implementación y regulación de la ley. Por supuesto como organización comprendemos que la coyuntura actual va a hacer que esto se siga posponiendo ya que hay ciertas urgencias. De todas formas, nosotros, cada un determinado período de tiempo hacemos una movida de prensa en las redes sociales para que el tema no deje de estar en agenda.
Lo que sucede es que esta ley conlleva un estudio antropométrico, vendría a ser como un “censo corporal”, que se viene realizando desde antes del 2014 y es importante que se termine pronto para que no pierda vigencia. A partir de esos datos se va a realizar una tabla de talles que se va a unificar a nivel nacional.
—¿A quiénes afecta más la falta de regulación e implementación de la ley de talles?
—Según las encuestas que venimos realizando hace casi diez años desde la organización, afecta al 70% de la población. Es decir que 7 de cada 10 personas en la Argentina se visten con lo que encuentran y no con lo que quieren. Si bien esto sucede tanto en hombres como mujeres, la realidad es que las mujeres seguimos siendo las más perjudicadas por una cuestión de violencia estética que sufrimos y la presión por cumplir con determinados estándares de belleza y justamente la industria de la moda es la que más impone estos mandatos.
—¿Qué proyectos o iniciativas se encuentran realizando en la actualidad?
—Actualmente estamos enfocados en difundir información sobre otras formas de ver la salud. Intentamos visibilizar el movimiento “salud en todas las tallas”, de la mano de una compañera que es nutricionista. Esta perspectiva nos parece crucial a la hora de pensar cambios más estructurales ya que cuando un cuerpo es diverso y no se asemeja a un modelo hegemónico de corporalidad se lo suele tildar de insalubre, porque se asocia que los cuerpos gordos no son saludables en sí mismos. Entonces para poder contrarrestar con estas ideas estamos trabajando en generar contenido con información clara y concreta al respecto.
—Como ONG, ¿Se sienten amparados o escuchados por el gobierno nacional?
—Tanto el ministerio de la mujer y diversidad como el INADI, son organismos que suelen tener un contacto bastante fluido con nosotros como organización y que apoyan estos cambios de paradigma que promovemos. Sirven como un intermedio con el gobierno actual. Agradecemos todas las puertas que se nos abren por lo menos para el dialogo, se nota que tienen buena predisposición en algunos sectores incluso en el ministerio de salud que no es poca cosa. De todas formas, creemos que aún nos falta un montón por lograr.
—¿Qué relación tiene Anybody con el moviemiento feminista y el “bodypositive”?
—Particularmente en Argentina, nos identificamos con el movimiento transfeminista el cual tiene en cuenta muchos otros factores más que la condición misma de ser una feminidad. Creemos que hoy en día el feminismo tiene que ser para todxs.
En cuanto al bodypositive, claramente somos hijas de ese movimiento, pero hoy en día podemos decir que como buenas hijas cuestionamos bastante a quien nos dio origen. Desde Argentina, a partir del dialogo con los activismos LGTBYQ+, activismo Queer, y el activismo gordx, hemos reflexionado algunos aspectos de los cimientos de Anybody y generamos cambios en la interna de la organización. Como, por ejemplo, corrernos del bodypositive que suele tener ciertos mensajes individualistas. Si bien hay cuestiones que seguimos manteniendo, entendemos que es necesario no poner el foco en el accionar individual, sino que en el colectivo. Por eso actualmente no nos gusta percibirnos como una ONG bodypositive, sino como una organización que realiza activismo de la diversidad corporal y que justamente busca que se acepte la diversidad en todas sus formas y se dejen de reproducir estos discursos y estas lógicas de que “estamos mal” y que el problema es de uno mismo y no una cuestión social. |