Siguió al pie de la letra el manual básico de todo político: “Todavía hay tiempo”. María Eugenia Vidal no quiere adelantar su próxima jugada.

En su entorno sabían que durante la presentación de su libro Mi camino no iba a dar alguna definición sobre su futuro político. También era lógico que Vidal utilizaría el contexto de la pandemia para poner distancia de las elecciones legislativas y de las más lejanas presidenciales de 2023: "Yo creo que en un día como hoy, de 27.000 contagios (de coronavirus), no corresponde hablar de candidaturas".

"Voy a poner el cuerpo, lo que vaya a ser lo va definir la gente, no yo ni una mesa política, es la gente quien decide", agregó la exgobernadora.

La presentación del libro fue en la Usina del Arte bajo las medidas sanitarias que ameritan la situación. El formato fue una entrevista en vivo a través de las redes sociales de la dirigente con mejor imagen dentro de Juntos por el Cambio.

"Todavía hay tiempo para definirlo" y agregó: "Juntos por el Cambio creció y tiene muchos liderazgos", contestó Vidal cuando le preguntaron si será candidata en 2023. Ella cree que “con todos los aprendizajes”, está dispuesta a estar en el “lugar que me toque”.

Sobre el libro

En el libro, editado por Penguin Random House, la dirigente del PRO que venía manteniendo bajo perfil desde que terminó su gestión como gobernadora bonaerense, relata una retrospectiva de su gestión y de la elección de 2019, ensaya una autocrítica y habla de la "tensión" con el gobierno nacional del ex presidente Mauricio Macri, y da su mirada sobre el futuro del país y el de su espacio político.

El libro Mi camino, de 200 páginas, tiene prólogo de José Eduardo Abadi y ocho capítulos con títulos como "El miedo a dejar de ser yo", "Bienvenida al sistema: del anonimato a las mafias" y "Con tener razón no alcanza".

En el libro señaló que a partir de 2018 hubo "distintas miradas sobre la situación económica y social" entre "el gobierno provincial y el gobierno nacional" que "generaron una tensión imposible de ocultar", aunque durante el acto afirmó que las "tensiones tenían más que ver con los roles".

Vidal contó que en su libro hay un capítulo en el que se refiere Macri y al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como sus padres "en la gestión y en la política".

"Tanto Horacio como Mauricio fueron personas muy importantes para que yo sea quien soy. Horacio me dio la primera oportunidad en la gestión, en la Anses y Mauricio en la política", manifestó y agregó que siempre estará agradecida con eso. "Cuando gané la provincia de Buenos Aires -siguió-, los tres tuvimos una responsabilidad muy importante".

Añadió que "uno vuelve siempre a la casa de los padres, en este caso simbólico". Y aclaró que con Macri y Rodríguez Larreta continúa hablando y "seguimos viéndonos".

Sobre la grieta

Por otra parte, la ex gobernadora se refirió al clima político actual y sostuvo que "la brecha hoy no es entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, es entre la política y la gente" y afirmó que "en los últimos años se abrió cada vez más y se expresa en esto de que muchos políticos solo están interesados en tener razón y atacar al otro".

También puso como "ejemplo" de esa brecha a "la vacunación VIP, ver chicos de 18 años, militantes kirchneristas, subiendo a las redes que ya están vacunados" y, con un pedido de autocrítica, agregó: "Cuando el Presidente (Alberto Fernández) pide que hagamos un esfuerzo, yo lo entiendo, pero hay gente que se equivocó. Fallo la vacunación, por eso estamos acá".

No obstante, la referente del PRO se expresó a favor de buscar "consensos" y sostuvo que para ello, "primero hay que achicar la brecha entre la política y la gente, dar respuestas a la gente que tiene angustia por no saber si va a haber vacunas, porque cerraron el comercio, que hay más inseguridad, esa es la prioridad".

"Lo segundo es empezar a entender que el consenso no es ni tibieza ni negación de valores. Sentarme con alguien que piensa distinto a mí no me convierte en el otro, la firmeza se ejerce y se muestra, pero no con decir algo en un tuit", afirmó la ex gobernadora y agregó: "Yo fui firme para pelear con el Pata Medina o que 500 barras no entren más a la cancha y no entraron más".

Por último, remarcó: "Y el tercer punto es dejar de descalificarnos, creo que la descalificación es el reflejo de la falta de argumentos". En este sentido, aludió a Fernández y señaló: "Cuando gobernás no te podés dar el lujo de enojarte, menos si tenés 42% de pobreza, comercios cerrando... hay problemas más importantes. Tenemos que hacernos cargo cada uno desde el lugar que ocupa, el que gobierna y el opositor, que puede ser firme sin insultar".

A lo largo de los 45 minutos que duró la presentación, la ex mandataria bonaerense destacó que "el libro está lleno de autocrítica" y puso de relieve el capítulo en el que se refiere al conflicto docente durante su gestión, que tuvo al titular de Suteba, Roberto Baradel, como uno de los protagonistas.

"Yo no puedo hacer autocrítica por Baradel, la hago por mí. Lo que importaba no es si yo tenía razón, sino que durante 20 días los chicos no tuvieron clases. Si algo enseñó la cuarentena larga del año pasado es el valor de un día de clases perdido. Creo que lo último que hay que cerrar son las escuelas en el proceso de restricciones", afirmó Vidal.  |