Sigue el tire y afloje entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires por la presencialidad educativa, aunque con otros actores como ocurrió este jueves, día en el que el ministro de Educación Nicolás Trotta se reunió con representantes de colegios privados, quienes se mantienen en la postura de mantener las escuelas abiertas, pese al decreto presidencial que estableció el regreso a la virtualidad.
El encuentro con la Confederación Argentina de Instituciones de Enseñanza Privada (CAIEP) se produjo después de la carta que les envió para que garanticen las clases virtuales en la ciudad de Buenos Aires a partir de las restricciones implementadas por el DNU firmado por Alberto Fernández.
Lo que se está diciendo
El funcionario nacional habría pedido “flexibilidad” con maestros y alumnos que no concurran a las aulas por temor al coronavirus, a los que solicitó que no se los sancione.
Los empresarios del sector dijeron que el funcionario pidió "comprender situaciones de familias que deciden no enviar hijos a la escuela y de los trabajadores" que no asistan ante el temor de contagiarse de coronavirus, y consideraron que esto es "entendible".
Aseguraron que no fueron ni son presionados por la gestión porteña para mantener abiertas las escuelas ni por la Nación para cerrarlas, y señalaron que se debe ser "muy responsables" para llevar adelante esta modalidad.
"La reunión fue en buenos términos. No fue un apriete. Entendieron nuestra posición y nos pidieron que seamos más flexibles", dijo uno de los participantes del encuentro.
Expresaron, no obstante, que "hay evidencia empírica de que la escuela es un lugar seguro", según datos oficiales, y que en eso "no hay diferencias entre Ciudad y Nación". Además señalaron que "menos del 2% de los docentes y menos del 1% de los alumnos se contagiaron" y que las estadísticas de Capital Federal "van en el mismo sentido".
Panorama
El pasado miércoles a través de una carta de los Ministerios de Educación y Justicia, la Casa Rosada llamó a la instituciones privadas de la Ciudad a cumplir con lo dictado por la Justicia Federal, que sentenció que la Ciudad de Buenos Aires debía cumplir el decreto de Nación y dejar de dar clases presenciales.
Tras la misiva, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, respondió que la Nación no tiene jurisdicción "para indicar, ordenar ni apercibir" a los colegios porteños.
Por la mañana, Trotta se había reunido con representantes del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), quienes le expusieron "las condiciones en las que se viene trabajando frente al incumplimiento del Decreto de Necesidad y Urgencia" del Gobierno nacional".
El gremio le planteó que existe un importante "nivel de contagiosidad dentro de las escuelas" que "no se releva a través de la comunicación de la Ciudad de Buenos Aires" y la "sobrecarga de trabajo que implica" esta modalidad de trabajo que combina la presencialidad con la virtualidad.|