El jefe de estado estará acompañado por una movilización de la militancia peronista y de organizaciones sociales que expresarán su respaldo en el marco del evento formal más importante del año para la vida política del Congreso. Luego de que las aguas se calmaran tras la pandemia y con altos porcentajes de vacunación, el Gobierno dará rienda suelta a las movilizaciones y en esta oportunidad será Alberto Fernández quien reciba a los militantes en las inmediaciones del Parlamento.
El principal organizador del encuentro que tendrá lugar este martes es el jefe de Gabinete, Juan Manzur, también encargado de confirmar públicamente la actividad.
El detrás de escena
La movilización hacia el Congreso tiene como objetivo dar señales hacia afuera y hacia adentro, ya que el Frente de Todos atraviesa una fuerte incertidumbre y tensiones como consecuencia de las diferencias que despertó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que todavía está pendiente de finalización.
Principalmente, el ala dura del kirchnerismo fue la que mostró un fuerte rechazo y resistencia, mientras se hizo sentir también el silencio de la vicepresidenta Cristina Kirchner. A partir de ahora, Fernández tendrá una demostración de fuerza de parte del PJ a su favor en las puertas del Congreso Nacional, donde por ahora es una incógnita si La Cámpora se movilizará.
Lo que viene
La Asamblea Legislativa fue convocada oficialmente para el próximo martes a partir de las 10.30 en el recinto de la Cámara baja. Ese día Fernández se sentará por primera vez en público, después de varios meses, junto a la vicepresidenta, en un ambiente de alta tensión en el FdT.
El discurso del mandatario girará en torno a la intención de cerrar el acuerdo con el FMI lo que genera fuertes roces dentro del oficialismo y que depende para su aprobación en el Congreso de los votos de Juntos por el Cambio, donde ya adelantaron que brindarán respaldo. También se tocarán temas ambientales, vinculados a la Justicia, y al desarrollo económico y laboral.
Por otra parte, se espera que el presidente emita un mensaje más conciliador que años anteriores para propiciar los apoyos de legisladores propios y ajenos. Esto va en consonancia con la tendencia de los últimos meses, cuando dejó atrás los dardos que habían sido moneda corriente durante la carrera proselitista, en particular contra el ex presidente Mauricio Macri.|
