El canciller, Felipe Solá, lamentó la "inestabilidad" que viven el Parlamento y la Presidencia de Perú. Ayer, el Congreso de Perú destituyó a Martín Vizcarra, con 105 votos a favor, tras debatir la llamada "moción de vacancia" impulsada contra el mandatario como consecuencia de las acusaciones que pesan en su contra por supuestos actos de corrupción cuando era gobernador de la provincia sureña de Moquegua (2011-2014).

"Hay una inestabilidad en la capa superior, nada menos que la Presidencia y el Parlamento muy grande, que nosotros lamentamos, es un país hermano", dijo el ministro de Relaciones Exteriores en declaraciones a radio Metro.

El Parlamento declaró la "permanente incapacidad moral del presidente", por lo que se aplicará "el régimen de sucesión establecido en la Constitución", que se hizo efectivo hoy. En lugar de Vizcarra asumió el presidente del Congreso, Manuel Merino, quien deberá estabilizar la situación y llamar a elecciones antes del recambio que será en julio del próximo año. Merino integra el partido de centro derecha Acción Popular (AP).

"Hay una cuestión vinculada a la Constitución peruana, por la cual el Parlamento tiene un poder de veto muy grande y a la vez el presidente puede disolver el Parlamento. Es medio raro todo eso", opinó el canciller.

También contó que anoche tuvo una "larga conversación" con el embajador de Argentina en Lima (Enrique Vaca Narvaja), quien le transmitió que "la economía va a seguir más o menos igual" y que "las reyertas políticas de alto nivel son muy fuertes".