A 34 días de las elecciones legislativas generales, el Frente de Todos (FdT), busca dar vuelta el resultado de los comicios tomando como base la “derrota” a nivel nacional en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre.
En los resultados de las PASO del 2019, elecciones presidenciales, el FdT perdió a nivel país 4,3 millones de votos. Si la comparación se hiciera con las PASO legislativas del 2017, el frente que tuvo a Cristina Fernández, los votos perdidos son 2,6 millones. Esos números llegaron a la Residencia Presidencial de Olivos, la Casa Rosada y a los Kirchner: un informe analítico más amplio realizado por un asesor externo del Gobierno que se ampliará en los próximos párrafos.
Los porcentajes de votantes frustrados con el FdT, son trabajados por los gobernadores del PJ e intendentes del peronismo bonaerense que intentan mejorar la diferencia de la derrota con Juntos por el Cambio o, al menos, para creerse que hay chances de un triunfo en algunos distritos donde se perdió, como Buenos Aires, por ejemplo.
El presidente, Alberto Fernández, es el nuevo líder de campaña K. No se lo ve, pero allí va, caminando zonas del conurbano bonaerense sin aparecer en cámara. Visita barrios de imprevisto para sus vecinos, pensados de antemano, y escucha. Así se lo confesó al Gabinete Nacional esta semana en una reunión que tuvo con sus ministros nacionales.
Los problemas de la sociedad con menores ingresos son casi innumerables. Son sectores de la opinión pública enojados con el Gobierno, pero receptivos. Al menos fuera del cuarto oscuro. ¡“Inflación y seguridad. Inflación y seguridad”, relató Fernández a su equipo los problemas que le repiten sus interlocutores cuando enumeran sus quejas. “Las subas de precios y los robos”, eso me piden que solucionemos ya, insiste. Él sabe que son dos temas que no podrán modificarse de modo perceptibles en solo el mes y cuatro días que restan para las elecciones.
Fernández se hartó de ciertos manejos autónomos de Español, vinculada más a referenciarse en el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, que en él, revelaron destacas fuentes del oficialismo. Español habría intentado frenar la apertura del cepo a las exportaciones de carne que el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca había acordado por parte de los referentes de los productores rurales. Una apertura a un cepo que no es total, pero que algo más de exportaciones permitirá para un sector castigado del campo.
Ni bien el Presidente supo de alguna picardía de Español que retrasó la medida decidió que saldría de su puesto, que sería recompensada con un cargo en el ministerio del Interior, de Eduardo De Pedro. Y cumplió además con el contrato no escrito K que indica que “el que saca no pone”: si él sacó a Español no elegiría a su sucesor.
El presidente y su vice siguen pasando un mal momento en su vínculo personal, pero además de haber almorzado el martes en la RPO, intercambiaron chats durante dos días después de ese encuentro, el primero tras las peleas públicas por la derrota K en las PASO y los forzados cambios de Gabinete que sobresaltaron al país los días que siguieron al fracaso electoral del peronismo.
Sobre eso mismo sigue girando la coalición de Gobierno. La derrota en las PASO. Es un tema pasado pero para nada terminado. El Presidente sigue ahora los lineamientos de quien fue elegido como “director” de la campaña, el especialista catalán Antoni-Gutiérrez Rubí. Él tuvo la idea de que Fernández se acercase a los votantes en su micro-proselitismo de barrio. Y cambió el slogan del FdT. “La vida que queremos”, fue. Esa promesa casi existencial más que política se resume ahora en una sola palabra que se repetirá de aquí a las elecciones generales del 14 de noviembre: “Sí”.
Mientras tanto, la coalición de gobierno anuncia medidas económicas casi todos los días para intentar recuperar al electorado perdido. Además de Antoni Rubi, otro español experto en encuestas de opinión pública y análisis electoral, el economista Alfredo Serrano Mancilla, difundió esta semana un informe que llegó a lo más influyente del poder K. Serrano Mancilla, según admitió el Presidente en conversaciones informales, es un pensador que él siempre tiene en cuenta.
Trabajó en fundación del partido español Podemos, junto a Nicolás Maduro, Evo Morales y Rafael Correa, entre otros. Además de los Kirchner. En su informe detalló que, según su opinión basada en datos, existen varias causas respecto a la pérdida de votantes del FdT respecto a otras elecciones.
Como ya se explicó al inicio de este artículo, el FdT perdió 2,6 millones de votos respecto a la comparación con las PASO del 2017. Un número que asciende a 4,3 millones si se lo analiza con las PASO del 2019.
Según el informe de Serrano Mansilla, este resultado se debe, primero, a un cálculo que podría revertirse: “El incremento de la gente que no fue a votar (3,6 millones). A pesar de la obligatoriedad del voto en Argentina, esta es la primera vez que, desde el retorno de la democracia, la participación ha estado por debajo de 70 %”, escribió.
Más adelante considera como trascendente que el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) subió 250 mil votos respecto a otras elecciones. ¿Cuál es el municipio bonaerense donde el FdT perdió la mayor cantidad de votos respecto a otras elecciones. La Matanza (198.960).
Serrano Mancilla intenta dilucidar si el voto de la sociedad con menores recursos, se supone que afín al peronismo, cambió su predilección partidaria en las últimas PASO o se trata de un buen número de electores que el aparato político de los gobernadores e intendentes podría movilizar a sufragar en las generales de noviembre.
Mansilla tomó de prueba a 100 mesas de escuelas de lugares “muy pobres del país”. En esas mismas mesas, el FdT solía ganar en el 86 por ciento de ellas. En las PASO venció solo en el 51 por ciento.
“Seguramente subyacen razones de índole económica que explican en gran medida su forma de votar. Es indudable que esta es la población que peor la pasó en estos años. Y aunque la gestión de Macri unida a la pandemia son un combo explicativo de lo que les pasa, esto no es incompatible con exigir al actual Gobierno que esté a su lado, que les cuide, que les proteja, que haga todo lo que pueda y más para que su día a día mejore poco a poco”, analizó Serrano Mancilla.
A la vez, los jefes territoriales del PJ ya afirman que en noviembre se votará distinto a como se hizo en las PASO. “Para nosotros la pandemia se terminó”, le afirmó a Clarín uno de los intendentes más poderosos del conurbano bonaerense, en coincidencia con funcionarios de confianza total de Fernández.
Como una de las medidas, el peronismo intentará que se sufrague más rápido, relajando los protocolos anti Covid que impuso la Cámara Nacional Electoral y que, según ellos, les jugaron en contra, por ejemplo, porque la elección se ralentizó. “Se terminó, votamos como votamos siempre”, agregó otro experto peronismo en movilizar a los votantes a las escuelas.
El dilema es que tal vez esos votantes vayan a votar como les pedirán los jefes políticos de su barrio. Pero adentro del cuarto oscuro harán lo que quieran. Elegir a sus representantes, solos en esos sitios, acompañados por su alma y su experiencia. |