El viernes pasado, Alberto Fernandez, anunció la ampliación del alcance de la Tarjeta Alimentar. Ahora incluye a menores de hasta 14 años y según el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, pasará a abarcar "casi 4 millones de chicos". Frente a esta extensión del beneficio, varios funcionarios del oficialismo salieron al cruce apuntando a una repercusión severa en la economía de los hogares.
Fuertes críticas internas
"Se decidió aplicar los recursos a una política que solo puedo calificar con una palabra. Es una política estúpida", disparó el referente de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y del Frente Patria Grande, Juan Grabois.
Respecto a la ampliación y la continuidad de la tarjeta señaló: "no hay mala intención", pero "carga un enorme desconocimiento de la realidad, un temor reverencial a los formadores de opinión, una confianza infantil en los formadores de precios, una enorme desvalorización de los trabajadores, una enorme sobrevaloración de los tecnócratas y una adicción inocultable a los focus groups".
"Nadie tiene la receta para resolver las injusticias sociales que padece la Argentina, pero hay algo seguro: masificar el asistencialismo no es el camino. Es una política focalizada de cuño neoliberal porque no consagra derechos permanentes, no crea puestos de trabajo, no genera bienes sociales durables, no promueve el desarrollo humano integral", reflexionó sobre la política de ayuda alimentaria que alcanza a casi dos millones de personas.
"La Tarjeta Alimentar es un ejemplo de asistencialismo puro. No podemos hablar de una ampliación de derechos porque esta prestación no forma parte del sistema nacional de Seguridad Social como la Asignación Universal por Hijo", comparó.
A la crítica de Grabois se sumó la del referente del Movimiento Evita y funcionario del ministerio de Desarrollo Social Emilio Pérsico, quien consideró: “La Tarjeta Alimentar nos puede incluir como consumidores. Pero eso no es inclusión social. La única inclusión es el trabajo. Y no resuelve el problema de la inflación. ¿Por qué? Porque se la come la inflación. Esa tarjeta es pan para hoy y hambre para mañana”.
Desde el mismo movimiento, Esteban Castro, comentó: “Todo lo que el Gobierno asiste se va por la canaleta de la concentración de la riqueza y la llevan al exterior de manera legal, no lo hacen escondidos. A su vez, planteamos una forma de resolver eso, que es poner mucha plata en el trabajo de la economía popular. Potenciar determinados sectores que producen alimentos”. Y agregó en declaraciones radiales que las diferencias en la política alimentaria generan “tensiones con el Gobierno”.
Por su parte, el dirigente del Movimiento Evita y secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro, afirmó “es un disparate destinar el 9% del PBI” a programas sociales.
En cuanto a los montos, el beneficio será de 6 mil pesos para la madre que tiene un hijo de hasta 14 años, de 9 mil para la madre que tiene dos hasta 14 años y 12 mil para la madre que tiene tres o más. |