Una buena noticia para las postergadas provincias del norte. En la última semana, el Gobierno nacional dio a conocer su intención de que en el mes de noviembre comiencen las obras del saqueado Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), al menos en el tramo que pasa por Salta. Los trabajos en esta ambiciosa obra se paralizaron en 2015, luego hubo robos de caños en el norte provincial y esa causa está en pleno juicio.

El secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, le anunció al gobernador Gustavo Sáenz que este mes se abrirá la licitación del tramo de 100 km que atraviesa Salta, previendo su ejecución a partir de noviembre.

"Esta es una obra histórica de reivindicación para el norte argentino que promoverá el abastecimiento de gas natural y generará oportunidades competitivas para el desarrollo de la producción, permitiendo cubrir las necesidades sociales con el acceso al gas en poblaciones remotas", dijo al respecto el gobernador.

Robo de caños

Hay que tener en cuenta que la paralización de esta obra está vinculada a un hecho lamentable, tras el robo de unos 35 kilómetros de caños del gasoducto en la localidad salteña de Aguaray. Por esta causa se realiza en la actualidad un juicio, que lo tiene como principal implicado al destituido intendente Jorge Prado.

Estas actuaciones se iniciaron en febrero de 2020 tras un primer procedimiento en el que gendarmes detuvieron dos camiones con caños del Gasoducto del NEA en la localidad mencionada. El 18 de mayo de ese año se formalizó la acusación contra Prado, Marcelo Céspedes, exsecretario de Hacienda de Aguaray, y el titular de la empresa mendocina Osip SA, Diego Alos, quien aparece como uno de los principales mentores del millonario robo.

Según la acusación, los imputados planearon el saqueo de 35 kilómetros del GNEA, que atraviesa Aguaray y parajes cercanos. En allanamientos realizados en esa zona y el conurbano bonaerense se recuperaron cerca de 260 caños. Según documentación secuestrada en los operativos, las ganancias del delito fueron calculadas en aquel momento en 1,5 millones de dólares por la reventa ilegal.

Una postergación histórica

El Gasoducto del NEA, uno de los mayores proyectos de infraestructura del país, fue concebido en 2003 para abastecer a localidades de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y Santa Fe con gas natural de los yacimientos del sur de Bolivia y del norte de Salta.

La obra está paralizada desde hace seis años. Es que en diciembre de 2015 la empresa Servicios Vertua se retiró, con los trabajos ejecutados a medias, apenas un 53,92% de avance de obra, y dejó 125 kilómetros de tuberías abandonadas en los montes del departamento Rivadavia.

En julio de 2017 se había informado que la empresa nacional de energía (Enarsa) tenía todo listo para un nuevo llamado a licitación, luego de rescindir el contrato con Vertua, por responsabilidades atribuidas a la contratista.

De acuerdo con los pliegos que habían confeccionado las oficinas técnicas de Enarsa, la nueva contratista deberá revisar los 105 kilómetros de tubería ya enterrada e instalar los 125 kilómetros de cañería pendientes entre Campo Durán (Aguaray) y el límite con Formosa (Capitán Pagé).|