La discusión por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en el Congreso dejó heridas abiertas dentro del Frente de Todos. La reprobación del sector más cercano a Cristina Kirchner y el rechazo de esta decisión de los allegados a Alberto Fernández dejó a los gobernadores en el medio de una grieta de la cual no pretenden ser parte.

Enfocados en sus propios intereses, los líderes provinciales no juegan a favor de uno u otro bando, si no más bien miran hacia adentro, bregando por la paz oficialista.

Uno de los que se refirió a la discusión interna, fue el sanjuanino Sergio Uñac, uno de los que tiene un perfil alto y aspiraciones a un tercer mandato en el 2023. “Los gobernadores siempre hemos tenido peso en la política nacional. Espero que sirva para apuntalar y no seguir dividiendo” dijo en forma explícita en los medios locales y agregó de cara al futuro de la coalición: “Esperemos que puedan llevar la relación de la manera más razonable posible, teniendo en cuenta que de ellos depende el presente mediato de nuestro país”.

El norte grande -pese a las diferencias y diversidades políticas- se mueve en bloque, siendo hasta ahora el mecanismo que mejor resultado dio a la hora de obtener recursos y políticas que achiquen la brecha con el centro del país.

En esta región del país, están buena parte de los gobernadores peronistas y en este juego de poder el chaqueño Jorge Capitanich, el formoseño Gildo Insfrán se acercan al kirchernismo; el massista salteño Gustavo Sáenz, el catamarqueño Raúl Jalil o el riojano Ricardo Quintela asoman hacia el rincón del Presidente, aunque ninguno de ellos se expresó abiertamente sobre la disputa interna, destacan siempre la mirada “federal” del Presidente.

No obstante, la relación Nación/provincias seguirá siendo clave para la gestión de los gobernadores, al tiempo que para mantener el poder local en sus terruños la unidad es una estrategia necesaria.

En Tucumán, la tensa relación de Juan Manzur con Cristina da por descontado hacia donde apunta el Jefe de Gabinete, que siempre es cuestionado por las esferas camporistas. Días atrás, el presidente visitó el “Jardín de la República” donde recibió elogios del gobernador Osvaldo Jaldo: “El Presidente no solo nos acompaña institucionalmente, sino que además eligió a uno de los nuestros, convocó a un tucumano para que lo acompañe en un cargo importante en la jefatura de Gabinete” y reforzó el mensaje: “queremos decirle que los tucumanos nos sentimos acompañados como nunca por el gobierno nacional”.

En el centro del país, de Santa Fe advierten que Omar Perotti está ajeno a la discusión “siempre y cuando no afecten los intereses de la provincia”. Sabido es que el santafesino tiene una relación “táctica” con el Gobierno, teniendo en cuenta que se reunió con Alberto Fernández pocos días antes del debate en el Congreso -fue uno de los gobernadores que expuso en la Comisión de Hacienda- y días más tarde cuestionó el cierre de exportaciones de harina y aceite de soja que había anunciado la Casa Rosada, a coro con el díscolo cordobés Juan Schiaretti.|