Desde el 14 de noviembre Argentina ya no es la misma. Es que el resultado electoral modificó los colores políticos de las provincias, donde Juntos por el Cambio logró imponerse en 13 de los 24 distritos, alterando la conformación del Senado y poniendo en peligro el quórum que poseía el oficialismo.
A la hora de hacer el desglose, el triunfo electoral de Juntos por el Cambio incluyó a los cinco distritos más poblados del país: la provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
Sin embargo, la coalición opositora no pudo lograr su victoria en el conurbano bonaerense, donde el kirchnerismo recuperó votos perdidos en las PASO. También ganó en provincias que han sido históricamente peronistas, como Santa Cruz y La Pampa. A nivel nacional, Juntos cosechó, en promedio, el 41,88% de los votos, por encima de los 33,03% que consiguió el Frente de Todos.
A diferencia de las PASO, el kirchnerismo logró una mejor performance en las urnas, impulsada por la remontada en el Conurbano y logró también dar vuelta la elección en dos provincias, imponiéndose en 9 distritos.
En la provincia de Buenos Aires, distrito gobernador por el kirchnerismo más puro, la oposición ganó, aunque con una diferencia más estrecha en comparación con las PASO. La lista de Diego Santilli sacó el 39,81% de los votos, mientras que la oficialista Victoria Tolosa Paz cosechó el 38,53%, un resultado que desde el Frente de Todos catalogaron como “un empate técnico”. En tercer lugar, José Luis Espert alcanzó el 7,5%.
A pesar de achicar la brecha con la oposición, la derrota bonaerense tuvo repercusión en la alianza electoral que comandan Cristina Kirchner y Alberto Fernández y en los dos próximos años de gestión, dada la conformación del Congreso desde el 10 de diciembre pasado.
En la vereda opuesta, el triunfo bonaerense de Santilli -vicejefe de gobierno porteño- lo posicionó a Horacio Rodríguez Larreta para buscar la presidencia en 2023. Como estaba previsto, la diferencia para Juntos fue más pronunciada en la ciudad de Buenos Aires.
Córdoba, bastión anti K
En el centro del país el resultado estaba cantado. En Córdoba, Juntos volvió a imponerse con una ventaja mayor que la obtenida en las PASO e incluso en elecciones anteriores: reunió el 54,04% de los votos, dejando al kirchnerismo cordobés en un penoso tercer lugar con apenas el 10,48% de los sufragios.
En Santa Fe, otra provincia clave gobernada por el peronismo también fue escenario de triunfo opositor con el 40,23% de los votos, casi 10 puntos por encima del oficialismo, que hace dos años recuperó esa provincia después de un largo período en manos del socialismo santafesino.
Entre Ríos fue otra provincia del centro del país que Juntos ratificó después del buen resultado obtenido en las PASO. La lista encabezada por el ex ministro Rogelio Frigerio sacó el 54,52% de los votos, una diferencia de más de 20 puntos con el oficialismo. Ni siquiera los números que había obtenido el Frente de Todos en 2019 habían sido tan beneficiosos para el vencedor de ese momento.
El norte kirchnerista
De los 9 distritos en los que se impuso el Frente de Todos, 7 fueron en el norte del país, región donde está condensada la masa votante y curiosamente donde mejor relación tienen Alberto y Cristina con los gobernadores.
Fueron triunfos en Formosa, La Rioja, Tucumán, Salta, Catamarca, Santiago del Estero y San Juan, todas gobernadas por el oficialismo. Tucumán, otra vez, fue una de las provincias inexpugnables para la oposición. Con respecto a las PASO, el kirchnerismo pudo revertir el resultado en Chaco y Tierra del Fuego.
El oficialismo también sumó una ajustada victoria en Salta. La boleta del Frente de Todos sumó el 31,83% de los votos, una diferencia de poco más de 1 punto con la oposición.
La mayor remontada del Frente de Todos se materializó en las urnas chaqueñas. Después de perder por nueve puntos en las últimas PASO, el kirchnerismo logró revertir el resultado: sacó el 44,13% de los votos. También se logró una remontada en Tierra del Fuego, donde el oficialismo reunió el 39,65%.|