Iruya es un pequeño pueblo de Salta en el que habitan casi 2 mil habitantes, está ubicado a 2.780 metros sobre el nivel del mar, a poco más de 300 km de la capital salteña. Este martes fue noticia por un hecho que pudo haber sido trágico, luego de que un alud de barro y agua dividió en dos por algunas horas al lugar, tras un temporal que generó una inusual crecida del río Milmahuasi.
El fenómeno natural asustó a los turistas que se encontraban en el pueblo, uno de los más visitados del norte salteño. Imágenes que rápidamente se viralizaron mostraron cómo las personas que se encontraban cerca del río tuvieron que huir del alud mientras las fuerzas policiales intentaban controlar la situación.
Obras pendientes
Luego de lo sucedido, desde la intendencia de Iruya insistieron en pedirle al Gobierno provincial obras de defensa y canalización del río. También los concejales advirtieron la existencia de un proyecto de 12 millones pesos para la hacer las defensas del río y pidieron que sea la gestión de Gustavo Sáenz y no el municipio quien lleve soluciones.
“No sabemos qué pasó con ese proyecto. Pedimos que se ponga sobre la mesa otra vez esta obra, que necesitamos que cuanto antes se ponga en marcha", reclamó Gloria Herrero, presidenta del Concejo Deliberante de dicha localidad en declaraciones al diario El Tribuno.
No es la primera vez
A mediados de diciembre del 2014 el dolor y la tristeza se apoderaron del “pueblo colgado en la montaña”, cuando también a raíz de las fuertes lluvias un alud provocó la desaparición y posterior hallazgo sin vida de un bebé de tres meses y un niño de siete años.
El lamentable hecho ocurrió en el paraje Palca del Rodeo Delgado, lugar que se ubica a 9 horas de Iruya caminando. Allí siete viviendas fueron arrasadas provocando el fatal desenlace.
En febrero de ese año, se habían realizado trabajos para despejar la ruta 133 y caminos vecinales de ese departamento que quedaban interrumpidos debido a derrumbes provocados por las últimas precipitaciones registradas en la zona. Los derrumbes eran producto del exceso de humedad por las persistentes lluvias y algunas nevadas registradas en todo el departamento.
El deslizamiento, según funcionarios de la provincia, fue causado por las copiosas lluvias que cayeron sobre ese pueblo y sus alrededores en esos días, en particular en el fin de semana. Las fuertes precipitaciones dificultaron la llegada de los equipos de rescate que trabajaban desde ayer en la zona.
Según el relato de vecinos de la zona, la situación podría haberse evitado. Advirtieron que, con una serie de pedidos ya formalizados el hecho se hubiera evitado. Apertura de calles, el correspondiente canalizado y la correcta defensa de las viviendas. La respuesta aún no llegó.|