“A todos los argentinos, a todas las argentinas, a partir de las cero horas de mañana, deberán someterse al aislamiento social, preventivo y obligatorio", comunicaba Alberto Fernández por cadena nacional, un año atrás. Este anuncio lo realizó junto a gobernadores aliados, como Axel Kiciloff y el santafesino Omar Perotti, pero también, con otros de la oposición: el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el jujeño Gerardo Morales.
A su vez, los medios gráficos y electrónicos de todo el país, dejaron de lado cualquier tipo de brecha política, olvidaron las primicias y publicaron la misma tapa: "Al virus lo frenamos entre todos. Viralicemos la responsabilidad".
Fernández puso en marcha un proyecto bastante complejo: mientras restringía la circulación de los argentinos, apuraba el fortalecimiento en obras, logística y plan de un frágil sistema sanitario que se encontraba bastante debilitado, incluso carecía de un Ministerio de Salud, tras haber sido convertido en secretaría durante la anterior gestión de Cambiemos.
La información que se transmitía desde Europa y Asia atemorizaba a los argentinos, los riesgos epidemiológicos eran fatales. Mientras que médicos y enfermeras, empezaban a convertirse en los héroes cotidianos, que eran congratulados y agradecidos por el pueblo siendo aplaudidos desde los balcones.
Un año de pandemia
Hoy, 19 de marzo del 2021, un año después de aquella cuarentena, tan cuestionada por algunos y tan necesaria para otros, Fernández recordó que en su primer discurso sobre la pandemia había afirmado que su prioridad era "cuidar la salud de los argentinos", también mencionó las dificultades que tiene el mundo para obtener vacunas y que el Covid es un virus que "ha tenido mutaciones más contagiosas y con severa letalidad".
A su vez informó que existe una injusta distribución de suministros "hay escasez global de vacunas. El 88% de las vacunas que se han distribuido hasta ahora están en manos de los países más ricos".
Sostuvo que continúan las dificultades con la adquisición de las vacunas: "Sólo el quince por ciento de los países recibieron hasta ahora más del diez por ciento de las vacunas que compraron. La escasez, la desigualdad y las demoras son un problema".
Es pertinente remarcar, que, por ejemplo, Chile, es uno de los países que más vacunas adquirió, pero lo hizo con una de las que menor efectividad que posee un 50% (Sinovac) y ahora tuvo que cerrar sus principales ciudades.
Para finalizar, Fernández hizo referencia a una posible segunda ola y comunicó: "La pandemia no terminó. Debemos extremar los recaudos para que el Covid no nos vuelva a aislar. Si toda la sociedad se cuida vamos a lograr que el impacto de la segunda ola sea lo menos dañino posible".
Por otra parte, el reconocido infectólogo Pedro Cahn, reflexionó: "Esta pandemia nos ha dejado muchas enseñanzas. Una es el rol indelegable del estado en la salud pública. Nos enseñó también el contar con un respeto esencial hacia los esenciales". |
