Martín Gill sabe que su lugar está en la mira. Es el segundo en jerarquía del Ministerio de Obras Públicas, conducido por Gabriel Katopodis, es decir que ocupa el lugar que fue de José Francisco López, el ex funcionario que saltó a la fama cuando se filtraron videos en los que se lo ve dejando bolsos con dinero y una ametralladora en la puerta de un convento de General Rodríguez. López estuvo en ese puesto durante el gobierno de Néstor Kirchner y los dos mandatos de Cristina Fernández de Kirchner, era el segundo del entonces ministro de Planificación Julio De Vido y fue señalado en la Justicia como el gerente de la cartelización de la obra pública. Hoy, en el oficialismo, nadie quiere acordarse de Lopecito.
En la última reunión del coloquio de IDEA, que reúne anualmente a los empresarios más importantes del país, el presidente Alberto Fernández dijo que la obra pública será “el gran motor de la economía” del país. Además de ser quien pone aceite a esos motores, Gill también es un hombre central en el peronismo cordobés: es intendente de Villa María en uso de licencia.
En los municipios del interior del país ya saben que para tener obras públicas hay que golpear la puerta de Katopodis, pero el que abre esa puerta es Gill.
“Ha sido un año muy difícil, que nos permite mirar el 2021 con una expectativa distinta. El primer día de este año, el presidente de la Nación junto al ministro Katopodis, llevaron adelante la puesta en marcha de 30 obras en distintos rincones del país. Obras de saneamiento, hidráulicas y de renovación urbana”, dice el cordobés.
Gill se define como un político de “perfil académico” y lo puede demostrar. Es abogado, docente universitario, fue rector de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) en 2007 y reelecto en 2011. Asumió al año siguiente como Secretario de Políticas Universitarias de la Nación, y fue elegido por sus colegas como presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Fue diputado nacional por Córdoba y hoy, mientras le cuida las espaldas a Katopodis, mantiene su licencia en el segundo mandato de su ciudad.
“Nosotros hoy estamos trabajando en dos miradas. Obras estructurales que hacen falta para cumplir las deudas internas que tiene la Argentina, las deudas de acceso al derecho al agua potable, las obras de saneamiento y estamos llevando adelante una fortísima renovación de lo que es ENOSA, AYSA, para esa tarea”, cuenta a Negocios & Política. Se lo nota cómodo en su tarea, pero sobre todo demuestra tener espalda para gestionar. “Hay que destacar las obras viales centrales de nuestro país, que aportan mayor seguridad, conectividad y hoy Vialidad Nacional tiene más de 220 obras reactivadas, que estaban casi en su totalidad paralizadas. Luego están las de trabajo intensivo que tienen que ver con las obras de los municipios”.
-¿Cómo se articula con los municipios?
?-Se puso en marcha el programa “Argentina Hace”, que es una herramienta para solucionar el problema del vecino, dinamizar la economía local y generar trabajo. Son 20 puestos de trabajo por obra. Nos hemos puesto un objetivo que es llegar a los 2300 municipios del país. En marzo calculamos tener obras activas en 1500 puntos de la argentina. Construir un país sustantivamente más federal.
-¿Cuánto tiene de responsabilidad la obra pública en la reactivación económica?
?-Nosotros tenemos una mesa que hemos constituido, de reunión mensual, con la Cámara Argentina de la Construcción, la UOCRA. Trabajadores, empresarios y gobierno. El ministro nos ha convocado a esta reunión de seguimiento, donde vamos viendo la meta, los indicadores, la provisión de insumos, y de qué manera vamos recuperando progresivamente de mes a mes indicadores muy importantes. Recibimos un ministerio, no solo disuelto administrativamente, sino con la obra pública paralizada.
-¿Con qué se encontraron cuando asumieron el ministerio??
-Llegamos a un gobierno con ministerio eliminado, estaba subsumido en el Ministerio del Interior y esto generaba que muchas veces que el esfuerzo de la inversión pública en la obra fuera más bien una cuestión cosmética que real.
-¿En ese sentido se terminó con la Participación Pública Privada??
-Nosotros no tenemos una visión negativa de la vinculación pública privada en la ejecución de obras, de hecho, apostamos a un país que en la recuperación real, un fuerte componente sea la obra a partir de la inversión privada y otro componente sea la obra pública. Lo que nos opusimos, y el gobierno logró desmembrar en su totalidad, fue a un modelo de PPP que fue un negocio financiero, más que una inversión para permitir el desarrollo de la obra pública. De hecho, durante toda la vigencia de los contratos la obra pública fue mínima y la recaudación se mantuvo y el Estado siguió subsidiando. Hay que encontrar otro modelo.
-La transparencia se ha vuelto en algo central para la ejecución de la obra pública? ¿Cómo se pelea contra la eterna sospecha??
-El ministro Katopodis nos marcó un imperativo ético: el de la transparencia absoluta y exclusiva en la ejecución de la obra pública.
-¿Cómo lo hacen??
-Hemos creado un observatorio donde están presentes las universidades, las ONG con experiencia en la materia, los trabajadores, las empresas?
-Eliminar desde el fantasma de la cartelización hasta los famosos pool de empresas?
?-Absolutamente. Acabamos de implementar, a partir del apoyo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), un modelo que se llama “Mapa de Inversiones”. Esto nos va a permitir el acceso a la información pública. Hoy cualquier argentino puede acceder al sitio mapadeinversiones.gob.ar y va a poder acceder al mapa, la foto de la obra, la inversión, la ejecución y va a poder interactuar enviando cualquier duda o denunciando cualquier irregularidad.
-¿Qué impresión le dio la decisión del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, de no acoplarse a las medidas propuestas por Nación, en la lucha contra el COVID??
-Creo que ha habido una interpretación errónea de las medidas. El presidente, con una mirada federal, advierte, junto al gobernador, que hay indicadores que están mostrando nuevamente una curva creciente frente a la pandemia y a partir de allí desarrolla una plataforma en la que los que siguen la situación epidemiológica de los distintos lugares son los gobernadores e intendentes. Yo lo escuché particularmente al gobernador y lo que ha hecho es plantear cuál es la situación hoy de la provincia de Córdoba. Apelar a que las medidas que se tomen no afecten la actividad económica del lugar, pero no ha habido una decisión de apartarse de las medidas. Hay un trabajo con la totalidad de los gobernadores.