Hasta qué punto quedó realmente relegado Mauricio Macri de la campaña electoral, es una pregunta que se hacen algunos operadores del Frente de Todos que desculan intrigas en los cafés cercanos a la Casa Rosada. Unos dicen que la extensión de la estadía del expresidente en Europa responde más a una estrategia electoral que al reducido cupo de personas que pueden ingresar al país por las medidas sanitarias contra el Covid o la reprogramación de vuelos. Otros se inclinan por creer que el poder del líder del PRO en la coalición opositora se encuentra diluido en un tanque de agua.
Quienes sostienen la primera teoría parecen ser mayoría. Ellos opinan que a la sociedad de Juntos por el Cambio le es conveniente tomar distancia del exmandatario porque su elevada mala imagen así lo recomienda y por el temporal judicial que lo sigue a todos lados, estado climático por el que parece que esta obligado a atravesar –desde hace tiempo– cada persona que se haya animado a conducir la Argentina.
También están quienes se apoyan la segunda hipótesis, pero sin aplastar la anterior. Es decir: Los principales actores del PRO acorralaron y presionaron a Macri para que aparezca lo menos posible en la campaña porque es un “piantavotos” y es mejor “tenerlo en segundo plano”, si es fuera del país mejor aún.
Sea como sea, lo real es que el expresidente sólo logró poner tres piezas, no menores, en el tablero de campaña. Se reservó una banca de diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, otra por provincia, y una en la legislatura porteña.
Los elegidos de Mauricio
El cuarto lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales por el territorio porteño fue para el consagrado y hábil lenguaraz de Fernando Iglesias. Macri lo quiere en la Cámara baja por cuatro años más.
También pidió que Hernán Lombardi, ex titular del Sistema de Medios Públicos y diestro esgrimista del pensamiento macrista, tenga un espectable puesto en la nómina de candidatos a diputados por el principal distrito electoral del país: la provincia de Buenos Aires. La séptima posición les pareció la más adecuada.
Iglesias la tiene más fácil que Lombardi. En la Ciudad de Buenos Aires la lista que encabeza María Eugenia Vidal, en la que se encuentra el diputado que busca ser reelecto, tiene sobradas chances de ganarle a sus contrincantes internos: el ex ministro de Salud Adolfo Rubinstein, por un lado, y el economista Ricardo López Murphy, por el otro.
Lombardi, colgado del séptimo puesto de la nómina bonaerense liderada por el ex vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli, la tiene más compleja. En frente tiene al neurocientífico radical Facundo Manes que parece ser un candidato que promete buenos frutos.
Macri también buscó garantizar que su exsecretario privado Darío Nieto se quede con una banca en la Legislatura porteña, un imbatible bastión del PRO. El noveno lugar en esa fila es un pasaporte directo a la banca y el grado de exposición es mínimo. No hay noticias que digan que Vidal haya puesto algún reparo en convalidar esa postulación o haya mencionado algo sobre la causa en la que el candidato se encuentra bajo sospecha de ser parte de una red de inteligencia ilegal durante la gestión de Cambiemos.
El extraño caso del señor Nieto
El 15 de este mes, la Cámara Federal porteña solicitó que le sean remitidos los distintos elementos de prueba extraídos del celular de Nieto antes de resolver si le confirma o no la falta de mérito con la que fue beneficiado en la causa en la que fue imputado por espionaje ilegal. La sala segunda del tribunal de apelaciones le solicitó al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi que le envíe todo lo relacionado con la información obtenida del teléfono del imputado, cuya situación debe ser revisada.
Se trata de la causa cuyo trámite inició en la justicia federal de Lomas de Zamora, pero que luego pasó a Comodoro Py por decisión de la Cámara Federal de Casación penal ante planteos de los exfuncionarios macristas acusados en la investigación.
La Cámara Federal aún debe resolver si confirma o no los procesamientos que pesan sobre una treintena de imputados entre los que está el extitular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) del gobierno de Cambiemos, Gustavo Arribas, entre otros.
En esa causa, Nieto fue beneficiado con la falta de mérito; decisión que fue apelada, entre otros, por el abogado Alejandro Rúa, querellante en el expediente. El exsecretario de Macri apareció en el expediente porque su nombre era invocado por la imputada exempleada del área de Documentación Presidencial, Susana Martinengo.
La señora dijo que le remitía a Nieto, mediante Whatsapp, la información que recibía de los espías con los que se relacionaba.
La defensa del candidato en la lista de Vidal pidió que no se haga lugar a medidas de prueba vinculadas a ingresos y egresos de la quinta de Olivos, reclamadas por el abogado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa que investiga espionaje ilegal durante la gestión de Cambiemos.
En un escrito dirigido a la fiscalía de Lomas de Zamora, el abogado Gervasio Caviglione Fraga, defensor de Nieto, solicitó "que no se haga lugar a las diligencias de prueba solicitadas por el Dr. Carlos Beraldi por no resultar pertinentes ni afines al objeto de la presente investigación".
El abogado representa a la vicepresidenta como querellante en el caso pidió a la fiscal de Lomas de Zamora Cecilia Incardona que investigue si Nieto, omitió entregar información sobre ingresos de funcionarios judiciales a la Quinta presidencial de Olivos. En concreto se refirió al camarista de Casación Mariano Borinsky y al fiscal ante esa instancia Raul Pleé y requirió que si se corroboran sospechas de delito, Nieto sea convocado a declaración indagatoria. |