En su carrera por permanecer en la marquesina y confrontar con Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri volvió a utilizar su twitter y el PJ lo atendió para que tenga, para que guarde y reparta. De todos modos, el expresidente ya tiene el lomo curtido y logró lo que quiso: mostrarse un día más como un activo líder de la oposición.
Para los estándares de actividad de Macri, no está mal. Cuatro días tardó en contestar la carta pública que hizo la vicepresidenta -con motivo de los diez años del fallecimiento de Néstor Kirchner- en la que convoca a los diferentes sectores de la sociedad a “un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina".
En principio la respuesta tuitera de Macri fue poco diplomática: "Cuesta entender las motivaciones de la carta de la vicepresidenta dirigida al presidente (Alberto Fernández) y las versiones que sostuvieron que hubo acercamientos con gente de mi entorno. Quiero negar rotundamente esa información y cualquier acercamiento". Después bajó el tono, pero no la guardia: "Siempre vamos a estar dispuestos al diálogo para defender las libertades y el respeto a la ley".
Y en una postura de comandante de una fuerza beligerante puso “condiciones” para sentarse a dialogar: “ratifico la voluntad de JxC (Juntos por el Cambio) y mía de sentarnos con otras fuerzas en una mesa pública de diálogo que siga las siguientes condiciones: la Constitución Nacional sobre la mesa, dar de baja el embate a la Justicia, al procurador, a la Corte y a la propiedad privada".
La furia del PJ
Con mayor rapidez, el PJ se trepó al escenario y salió al cruce del líder del PRO. "Ahora quiere condicionar el diálogo, no tiene vergüenza”, arremetió a través de un comunicado el partido que dirige José Luis Gioja.
Luego de la demoledora contestación del PJ, difícilmente Macri acepte blandir un pañuelo blanco en señal de paz. “Ahora el Diablo apareció vendiendo rosarios. Macri no tiene vergüenza para decir lo que dice. Es una tomada de pelo a la historia, la democracia y el sentido común de nuestro pueblo. Su gobierno endeudó al país, a las provincias, a cada argentino, a los empresarios, a los comerciantes", señaló el PJ.
El comunicado también sostuvo que la gestión de Juntos por el Cambio "violó la Constitución, metió jueces por la ventana, presionó y condicionó la independencia del Poder Judicial".
Y en esa misma ráfaga, acusó a la gestión de Macri de perseguir y extorsionar a funcionarios judiciales. “A la ex procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó, amenazó a su hija, obligándola a renunciar a su cargo. Su gobierno persiguió a opositores, espió hasta sus aliados, sus amigos, sus socios y su propia familia. Su hermano cuenta en un libro el horror que padeció por sus actos", resaltó el partido entre otros puntos como el de llevar “a la pobreza y la indigencia a millones de compatriotas, a más de la mitad de nuestros niños y niñas”.
Macri no respondió al fuego del partido más fuerte del Gobierno, posiblemente se tome unos días de descanso para volver a tuitear o espere algunas horas más para tomar envión y sentarse en algún set televisivo amigo.
La diáspora y los caminos de la renovación
La estrategia de polarizar con CFK dejó de dar resultado. El ingeniero del Cambio pareciera haber perdido el liderazgo hasta dentro de su reducido club de amigo, al menos eso dicen en el entorno del empresario Nicky Caputo.
La oposición que comienza a desgranarse. Ayer un diputado elevó una nota al presidente de la Cámara de alta, Sergio Massa, donde informa que abandona el interbloque de Juntos por el Cambio y se va por su cuenta. Se trata del riojano Felipe Álvarez y no es el único que decide tomar el camino que conduce a la renovación para subsistir.
Se cree que detrás suyo podría haber un efecto nominó: otros cinco legisladores podrían hacer lo mismo, posiblemente sean los mismos que durante la madrugada del jueves último votaron a favor del Presupuesto 2021, tres jujeños y dos correntinos. Pero la diáspora sería mayor. La tucumana Beatriz Ávila y el santacruceño Antonio Carambia también estarían juntando sus bártulos.
Los memoriosos recordarán que lo mismo le sucedió al Kirchnersimo cuando dejaron la Casa Rosada y algunos diputados abandonaron el bloque oficialista por orden de sus gobernadores o por simples apetencias personales. Sucede que el poder suele ser protector, da sombra en verano y sol primaveral en invierno.
Macri tiene varios incendios que apagar dentro de su alianza. Esta semana, durante una entrevista televisiva, Elisa Carrió puso en dudas el liderazgo político del fundador del PRO y reconoció que estaba “enojada” con él. Además, la jefa de la Coalición Cívica (CC) y una de las principales socias políticas de Juntos por el Cambio, adhiere a la designación del juez Daniel Rafecas como procurador general de la Nación. Más allá de sus motivos, ese síntoma de afinidad con el gobierno de Alberto Fernández encendió las alarmas de quienes aún permanecen alineados detrás del expresidente.
Tal vez, ese cuadro clínico de luxación política fue lo que llevó a que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal hayan salido en modo ambulancia hacia Exaltación de la Cruz para ver qué tan enojada se encontraba Carrió. Algunas fuentes mal pensadas de la oposición, en diálogo con Negocios&Política, coincidieron en decir que el encuentro en la chacra, del que también participaron el titular de la CC, Maximiliano Ferraro, y la diputada Maricel Etchecoin, no habría sido para atender las heridas de Lilita, sino para terminar de enterrar a Macri.
El cónclave con aroma a campo buscó hacer impacto, así lo marcan las fotos que se hicieron públicas. Quienes no quieren generar olas son exjefe de la AFI, Gustavo Arribas y el expresidente de Boca Juniors, Daniel Angelici. Por eso las “juntadas de coordinación legal” buscan no tener publicidad. El Negro y el Tano parecen “decepcionados” del macrismo, creen en el “acuerdo” que planteó la vicepresidenta en su carta, y caminan por la misma senda por la que van los diputados que buscan un refugio renovador.