A menos de un mes de la movilización a Plaza de Mayo con motivo del Día de la Militancia, la Casa Rosada evalúa la chance de volver a las calles el próximo 10 de diciembre en el marco del 38 aniversario de la asunción de Raúl Alfonsín como Presidente y el inicio del tercer año de gestión de Alberto Fernández al frente del Gobierno.
Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de la preocupación que genera el derrumbe de las reservas del Banco Central, fue uno de los motivos que agitó la interna oficialista dentro del Frente de Todos en las últimas semanas, arrojando más peso al desequilibrio político demostrado con la derrota electoral, el avance de la derecha y el repunte del Frente de Izquierda y Trabajadores (FIT) en distritos como La Matanza, por lo que ahora apuntan a generar una fuerza política más organizada y con mucha más presencia en la escena pública.
En ese contexto el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis confirmó: "Se planteó la posibilidad de hacer un evento, un acto alrededor del Día de la Democracia y se estaba trabajando en cuál podría ser el formato. Hay también en el Gobierno la convicción de que son fechas muy importantes para la Argentina y van marcando también una etapa y un proceso hacia adelante donde tenemos que recuperar la participación, la movilización".
Un llamado para todos los sectores
En declaraciones radiales, el funcionario nacional indicó que "el Gobierno y el presidente Alberto Fernández ha tomado la decisión y lo ha planteado la semana siguiente a las elecciones en Plaza de Mayo sobre la necesidad de tener una fuerza política más movilizada, con más presencia en la calle, con mayor participación política y social".
De todos modos, el integrante del Gabinete aclaró: "Lo del 10 de diciembre no sería sólo para nuestra fuerza política, sino para todos los sectores, sería abierto, amplio, porque es lo que corresponde y lo que pretendemos".
Mientras que el acuerdo con el FMI es aceptado como inexorable por Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa; Máximo Kirchner mantiene una postura más reticente y responde a los intereses de la militancia. Sin embargo, desde los espacios de poder del kirchnerismo se limitan a pronunciarse en línea con la vicepresidenta.
Por el lado de Massa, su posición respecto al acuerdo no es cuestionada en el oficialismo y su rol sigue siendo atraer votos de la centro- derecha, mientras que Cristina va por la izquierda y el presidente busca el centro del arco político.
Por su parte, el ministro de Economía Martín Guzmán ya tiene compromisos asumidos con el parlamento: presentar el Presupuesto 2022 y el plan plurianual que incluiría los acuerdos alcanzados con miembros del Fondo.|
