Distintas provincias también encararon durante las primeras semanas del 2021 distintos caminos para modificar el plazo y monto de sus deudas, aunque no todas acordaron como lo hizo el Estado nacional y hasta algunas ya entraron en default.
Según los últimos datos oficiales de mediados de 2020, las provincias totalizaban una deuda de casi 24 mil millones de dólares. Esto es bastante menos que el total de 336 mil millones de dólares de deuda con los que finalizó el año el Estado nacional, pero, ante la situación de escasez de dólares en la que se encuentra el país, es una cifra para nada despreciable.
Las últimas cifras oficiales muestran que las deudas provinciales alcanzaban en 2019 el 7,4% del Producto Bruto Interno (PBI) del país. La menor proporción de las últimas décadas se dio en 2014, cuando esa cifra llegó al 4,3% del PBI, mientras que en 2002 tuvo un pico de 21,9%.
Según un informe publicado a mediados de 2020 por la Fundación CECE, integrada en su mayoría por profesores de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el mayor peso de la deuda en relación a sus ingresos lo tiene Jujuy (82%), seguido por Chubut (64%), la provincia de Buenos Aires (63%) y La Rioja (59%). Por otro lado, las provincias que menos deuda tienen son San Luis (0,6%) y La Pampa (4%).
En cuanto a Jujuy, desde la gestión Morales anunciaron haber llegado a un principio de acuerdo con un grupo Ad Hoc de bonistas representado por VR Advisory Services Ltd. con respecto a ciertas enmiendas propuestas a los términos del monto principal total de USD 210 millones de las Obligaciones Negociables al 8,625%, con vencimiento en 2022.
Respecto a quienes le deben las provincias, actualmente, los bonos -es decir, los títulos públicos que las provincias ofrecen en el mercado internacional de deuda- representan casi un 70% de las deudas provinciales, mientras que a fines de 2015 esa cifra era menor al 50%.
Actualmente hay cuatro provincias que ya están en default, es decir, que dejaron de realizar los pagos de su deuda en la forma y tiempo pactados inicialmente. Son la provincia de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos y La Rioja. Además, hay otras 3 que están manteniendo negociaciones para reestructurar su deuda -es decir, cambiar el monto o plazo de los pagos- pero, mientras tanto, siguen desembolsando lo pactado. Este grupo lo integran Jujuy, Salta y Tierra del Fuego.
Finalmente, hay cinco provincias que ya concluyeron sus negociaciones y lograron reestructurar sus deudas, al igual que el Gobierno nacional en 2020: Chubut, Córdoba, Mendoza, Neuquén y Río Negro. Y entre las más comprometidas hay 2 que avisaron que no tienen intenciones de iniciar negociaciones y continuarán pagando normalmente: la Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe.
El caso Córdoba y la grieta con la Rosada
El reciente contrapunto entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, acerca de la renegociación de la deuda cordobesa y cómo deberían proceder las provincias con sus acreedores está lejos de haber terminado. Es que el Gobierno nacional debe aprobar aún la renegociación del Estado cordobés, para que este pueda emitir los bonos del canje e implementar lo acordado con los acreedores.
Días atrás, Córdoba acordó con los bonistas a pocas horas de la expiración del plazo de gracia de 30 días que tenía para cancelar intereses vencidos de diciembre y evitó así el default. Vía Twitter “el Gringo” se dirigió a los cordobeses con lo que consideró una buena noticia.
“Somos la primera provincia argentina que consigue reestructurar su deuda sin entrar en cesación de pago”, dijo. Y precisó que en la negociación la provincia bajó la tasa de interés promedio de 7,23 a 6,08% “lo cual le significa un ahorro, desde este año 2021 hasta el año 2029, de 200 millones de dólares”. Horas después Guzmán criticó, sin nombrarla, esa negociación.|