Elisa Lilita Carrió volvió a patear el tablero, Su visión disruptiva de la política desconcierta a propios y extraños y ahora volvió a profundizar una grieta en el bloque más duro del opositor de Juntos por el Cambio.
Luego de los silencios y la falta de apoyo público a las últimas marchas de generación espontánea pero de la que participan referentes del macrismo más duro, la líder de la Coalición Cívica encolumnó a su partido y firmó un comunicado en donde les dice a las demás fuerzas del entramado opositor que es necesario “un gesto institucional exento de especulaciones políticas" y apoyar el pliego Daniel Rafecas, el candidato de Alberto Fernándezm para que sea el jefe de los fiscales.
La carta de la CC se conoce un día después de la de Cristina Kirchner en la que plantea un llamado a la unidad y una mesa de diálogo, lo que sorprendió y obturó uno de los argumentos más firmes del ala dura de Cambiemos: "con ella no se puede negociar nada". Hoy es la vicepresidenta del país, es con ella o son ellos los que se niegan a encontrar una solución para la Argentina.
Pero mientras se discute si es con todos o con algunos sí y otros no, muy pocos creen que la movida de Lilita apunte a una reconciliación en busca del tan mentado pacto de la Moncloa versión rioplatense, sino que esconde otros intereses.
En el espacio más moderado de JxC señalan que "siempre" se dijo que Daniel Rafecas "no era un mal candidato, es un tipo formado y no es un fanático", pero eso no sería lo que motivó este pedido que descolocó a Mauricio Macri y su séquito
Hace unos días atrás la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control del Ministerio Público Fiscal, presidida por el senador Martín Doñate (Frente de Todos), se volvió a reunir y el kirchnerismo, que hizo valer su mayoría, resolvió pedir copias de todos los legajos de los arrepentidos. La medida fue, para lo que queda de lo que supo ser la mesa judicial del PRO, un avance ya que pide que se trabaje en una reforma del reglamento para establecer una mayor ingerencia de esa comisión en la politica interna del Ministerio Público Fiscal.
Para los abogados que siguen haciendo informes que llegan hasta el despacho del ex presidente Mauricio Macri, esa decisión viene de la mano de un proyecto que impulsa el senador y estrecho colaborador de Cristina Kirchner, Oscar Parrilli, en la Comisión de Justicia para bajar la mayoría necesaria para designar el procurador.
Esto en los hechos es, para los analista del PRO, "que se están llevando puesta la autonomía e independencia del MPF, establecida en el art 120 Constitución Nacional"
Esto último quizás explique este párrafo de la carta de Lilita; “Este gesto tiene que ser salir de las pequeñeces personales”, para luego pedir expresamente que la oposición avale la designación del procurador prestando el quórum especial que necesita el Congreso para avanzar con la nominación propuesta por el presidente Alberto Fernández.
El temor en Juntos por el Cambio, o por lo menos en los sectores que siguen teniendo a Lilita como su referente, es que como la implementación del nuevo sistema penal acusatorio pierden ese rol los jueces en donde Juntos por el Cambio tiene una aceitada relación y pasa a ser potestad de los fiscales donde es más fuerte el Frente de Todos, "en los hechos la colonización de la justicia".
Por su parte, Rafecas dijo días atrás que sólo aceptará el cargo si su designación se produce como lo estipula la ley actualmente: con 2 tercios de los votos del Senado. Y bloqueó cualquier intento de posibilidad de que la carta orgánica sea reformada para que el jefe de los fiscales sea refrendado con una mayoría simple.
En este escenario, para Lilita y sus seguidores, la designación de Rafecas como jefe de los fiscales es, claramente, la teoría del mal menor.